Club de tenis de Soacha se quedó sin docente de apoyo

En el complejo deportivo de Lagos de Malibú, en el municipio de Soacha, 20 niños se reúnen tres días a la semana a practicar tenis de campo, un deporte que ha venido creciendo y que ya cuenta con seis niños escalafonados a nivel nacional. El problema es que el IMRDS trasladó al administrador del campo, quien a su vez servía de entrenador, y los padres de familia reclaman su apoyo para que los menores continúen su proceso.


Club-tenis-soacha
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El Club de tenis Revival nació oficialmente en marzo de 2017 por iniciativa de varios padres de familia, quienes se reunieron para que sus hijos continuaran los entrenamientos y tuvieran la posibilidad de escalafonarse y participar en torneos nacionales e internacionales, pero los entrenamientos como tal vienen desde 2014.

“El profesional Wilmer Giovanny Aperador, quien era el administrador de este campo deportivo, vio que un grupo de niños venía a practicar este deporte, entonces él los comenzó a entrenar y el grupo empezó a crecer; yo llegué con mis hijos y ya eran entre 15 y 20 niños que recibían clases gratis. Ya en 2017 los niños tenían un nivel competitivo alto y nosotros íbamos a festivales y los llevábamos a los eventos de otros municipios; entonces nos preguntamos qué había que hacer para competir a nivel federado y nos dijeron que debían estar en un club, por eso nos animamos para formarlo. Nos unimos con otros papitos, lo creamos y ya llevamos desde el 23 de marzo de 2017”, dijo Patricia Merchán, presidenta del Club de Tenis Revival.

El club, además de tener seis niños escalafonados, maneja dos proyectos que se lograron a través de una alianza con Fundación Social y otras entidades:

  • Tenis sin límites. Nació con el objetivo de masificar el tenis y que sea asequible a todos, especialmente a niños de escasos recursos.
  • Construyendo un lienzo social y comunitario a través de la práctica del tenis. En este proyecto existen alianzas con otras dos organizaciones: Turisan, que maneja la parte turística, histórica y ambiental del municipio, y el Club de patinaje artístico Snayder.

“Lo que queremos es a través del tenis promover la parte de valores, de integración familiar, los principios de la persona para que sea un buen ciudadano, por eso hacemos integración familiar, cine-foros, talleres de valores con familia, y en noviembre realizamos un recorrido por el parque ecológico Las Mariposas en San Nicolás”, recalcó la presidenta.

El problema es que los padres de familia consideran que el apoyo ha sido escaso, y si bien el Instituto Municipal de Recreación y Deporte (IMRDS) ha prestado las canchas para el entrenamiento y el administrador del complejo deportivo de Lagos de Malibú, el profesor Wilmer Giovanny Aperador venía entrenando a los niños, el ente deportivo decidió trasladarlo y ahora la incertidumbre es total entre menores y padres de familia.

“Llevamos con el profesor Giovanny unos cinco años, el IMRDS es conocedor de la labor social y gratuita que el docente ha brindado, pero ahora lo quieren cambiar y eso nos preocupa porque la idea es que los niños que vienen de atrás no pierdan lo que se ha ganado, más cuando la recreación es un derecho fundamental. Personalmente he visto que hay un tome y deme entre el Instituto y la Alcaldía, pareciera que hay intereses creados entre ellos para controlar este espacio que es de la comunidad”, sostuvo Sergio Luis Murillo, padre de familia de una de las niñas que asiste a entrenar tenis.

Dice el padre de familia que las canchas fueron donadas por la constructora Bolívar a la comunidad, por lo tanto es un espacio que les pertenece.

Pero la preocupación de quienes traen a sus hijos a practicar tenis a estas canchas es que les quiten al entrenador, ya que consideran que el apoyo es limitado.

“A nosotros el Instituto nos presta los espacios para entrenar los martes, jueves y sábados, y el administrador del campo que ha sido el entrenador de nuestros hijos, pero ahorita dicen que lo trasladaron y nos quedamos sin este apoyo. Además nos ha tocado hacer aportes, colectas y rifas porque a veces no hay polvo de ladrillo; el mismo administrador se mueve con la comunidad y ha conseguido pintura, matas, en fin”, reiteró Patricia Merchán, quien a su vez resaltó algunas donaciones recibidas:

“Una universidad nos donó 12 raquetas, la Liga de Cundinamarca unas pelotas y la Fundación Social nos dio algunos recursos para el desarrollo de uno de los proyectos”.

Pero independientemente de lo que pase, los 15 o 20 niños que asisten a las canchas de Lagos de Malibú seguirán su camino al éxito, aunque esperan que el IMRDS no les traslade el docente de apoyo y puedan seguir utilizando este espacio para fortalecer sus capacidades y aprovechar el tiempo libre.

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