Hay corrupción en el IMRDS?

En la columna anterior hacía la misma pregunta, pero dirigida a la Alcaldía Municipal. Hoy pretendo analizar las actuaciones en el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Soacha, en la seguridad que la respuesta es un grande SI, por las conclusiones a que llegará el más desprevenido lector que tenga acceso a mis comentarios al respecto, pues como ya lo he referido en otras ocasiones, nacen del informe de la Contraloría Municipal que auditó los manejos y actuaciones del referido Instituto, del período correspondiente al año 2011.


Debo señalar aquí, para que no exista ninguna duda, que por mandato de la Constitución Nacional, la vigilancia de la gestión fiscal de los Municipios corresponde a las Contralorías Municipales, y en ejercicio de ese mandato, la de Soacha procedió a evaluar los resultados de la gestión del IMRDS durante la vigencia de 2.011, determinando así la «eficacia y seguridad con que su director administró los recursos puestos a su disposición y los resultados de su gestión» en el área de contratación, proceso presupuestal y contable, pero que de conformidad con lo evidenciado, «no presenta razonablemente la situación financiera al cierre del período analizado».

En síntesis, señala la Contraloría, por ejemplo, que en los informes de interventoría no se establece si la obra se realizó en el marco de la programación, ni que éstas cumplieron con las condiciones del proyecto y atendiendo los estudios previos de la contratación, y que la oficina de control interno estuvo sin titular desde el 17 de julio de 2.011 hasta marzo de 2.012.

Que existen partidas conciliatorias de las cuentas bancarias realizadas en forma irregular y que no hay concordancia en los registros de gastos bancarios con los gastos reflejados en los extractos de las entidades financieras, lo que dificulta la veracidad y el control del manejo de los recursos del Instituto, y que en lo que corresponde a las cuentas de ahorro se encuentran diferencias sobre saldos en libros contables y que se han pagado sumas que no corresponden a las presupuestadas, lo que indica una incidencia disciplinaria y penal por destinación diferente, de conformidad con el art. 399 del Código Penal. Que en el mes de abril se estableció una consignación por $349.337 y que de acuerdo con la observación en el Libro contable, se «encuentra por identificar» y que posteriormente en el mes de mayo se efectuó el registro en libros, pero en los extractos de la vigencia no se refleja tal consignación, lo que representa un detrimento patrimonial por la inexistencia del soporte contable, con violación a la Ley 610 de 2.000 y Ley 734 de 2.002. Al analizar la cuenta denominada «Otros Deudores», se encontró un doble pago a proveedores por lotes, por valor de $49.205.251, lo que consagra un daño patrimonial. Se pagaron al funcionario del IMRDS, (con un sueldo de $1’517.209), por cuatro días de comisión, por desplazamiento del 17 al 20 de mayo de 2.011 a Sibaté, en la fase final de los Juegos Intercolegiados, señor Miguel Álvaro Piñeros Ruiz, un mayor valor de $168.444, y para ello se sustentó con una norma derogada.

Estas irregularidades anotadas atrás son solamente una muestra de las muchísimas encontradas por la Contraloría al revisar las cuentas del IMRDS correspondientes al año 2.011 y que sería imposible mostrar aquí, porque tal informe cuenta con más de 400 páginas, pero sí se debe consignar lo que señala tal entidad en relación con la entrega que se debe hacer del cargo que allí desempeñaba, quien lo dejó y quien lo recibió, que dice lo siguiente, según lo preceptuado por la Ley 951 de 2.005, en su artículo ll:

«Para llevar a cabo la entrega y recepción de los asuntos y recursos públicos estatales, los titulares salientes deberán llevar a cabo un acto formal, en el que se haga entrega del informe de la gestión realizada por los mismos y el acta administrativa, en la que en forma global conste el estado que guarda la administración, a los titulares entrantes».

«Los referidos informes no se hallan en el Instituto, (dice la Contraloría) ni que el órgano de Control de la entidad efectuara los requerimientos del caso (Art.15 de la Ley). Solo se aportó lo que llamaron «Acta de entrega del Cargo», firmada por Luis Albeiro Cifuentes, como Director saliente y Luis Alberto Castañeda como Director entrante, el 29 de julio de 2.011, con la relación de informes que no fueron aportados por el IMRDS. También se allegó el documento con referencia, «Informe gestión Director IMRDS dirigido a la Comisión de Empalme del 22 de diciembre, suscrito por Luis Alberto Castañeda Delgado con relación de actividades realizadas durante los 5 meses que duró el mandato el referido director. Pero no se encontraron los informes de gestión».

Ya vemos aquí el afán que tenía un director para dejar el IMRDS y tomar las de Villadiego, con su «brillantísima gestión,» en una entidad de tanta importancia para la juventud, pero que nació infectada por la corrupción que le proporcionó su primer Director y hoy lo siguen otros que no han conocido su historia, ni las glorias que dieron a su tierra y al país, quienes lo representaron y a quienes ese deporte les designó sus voceros a nivel Municipal, Departamental y Nacional y cumplieron con lujo de detalles.

Hoy solo quedan recuerdos de la gloria y el deseo infinito de que no se deje prosperar la rampante corrupción que se asoma irreverente desde el IMRD, y que la Contraloría siga su curso en la investigación que se le ha encomendado y que jamás se aparezca por esa Oficina el famoso Contralor del años 2.001, que no le importó, con sus conceptos estar al límite de la prevaricación.

Porque esta entidad de tanta importancia para la juventud de Soacha, se convirtió en el emblema de un sistema podrido, y que morirá si no se toman medidas de urgencia mediante dirigentes que la obliguen a cambiar y la ubiquen en el carril que requiere para que cumpla con el fin para el que fue creada.

Es que, desde su fundación y dados sus primeros resultados, la gente se viene preguntando por qué tanta irregularidad? Y la respuesta no puede ser otra que la incapacidad y el desconocimiento total de las normas de orden legal que deben regir a la entidad creada para la práctica y fomento del deporte en Soacha.

Y dónde nace esa irresponsabilidad y ese desconocimiento que rigen el deporte municipal y nacional? Sencillamente porque la entidad nominadora ignora también la existencia de tales normas, y la capacidad que debe demostrar a quien se nombre como su Director.

Y no se me entienda mal por quienes han sido designados para dirigir el IMRDS que culminaron sus estudios como Licenciados en Educación Física y Deportes, de la Universidad, donde adquirieron los conocimientos con fundamento en su formación en materias como Anatomía y Biología, deportes individuales, proyecto pedagógico, investigación educativa, bioquímica y nutrición. Historia de la educación, pedagogía, Formación y educación. Deportes de conjunto. Antropometría. Bioética, motricidad, proyecto pedagógico, gestión académica, Pedagogía, realidades y tendencias .Primeros auxilios, geopolítica y legislación, bioética, etc etc. Lo que indica que si fueron Licenciados por la Universidad tienen capacidad para ejercer el cargo no de gerentes o directores del IMRDS, sino de preparadores de los deportistas a su cargo.
Entonces, estimados lectores aquí hay que preguntar: Esa formación de universitarios consignada atrás es realmente la fundamental para dirigir el IMRDS que es la entidad más importante del Municipio, como que debe crear una nueva generación de deportistas que siempre se han dado silvestres en Soacha?

La respuesta es rotundamente NO. Ellos deben dedicarse a dirigir a los deportistas y crear un grupo de ellos de primerísima calidad y en poco tiempo observarán el fruto de su importantísimo trabajo, y dejar como Director del Instituto a un Gerente General con formación universitaria y experiencia suficiente para resolver y organizar lo concerniente a tal entidad que maneja millones de pesos, y que ordene, con verdadero sentido deportivo y gerencial la construcción de parques, sitios de recreación y estadios que hoy son un verdadero calvario y fuente de estafas por la ignorancia y mala fe de muchos de sus trabajadores. La organización deportiva debe ser total y procurar que el deporte vuelva a ser en Soacha el primero del Departamento y de los mejores del país y que nuevamente aparezcan dirigentes en las instituciones deportivas de orden municipal, departamental y nacional, como ocurría hasta cuando se creó el IMRD.

Pensemos que los objetivos generales del deporte son el fomento, la masificación, la divulgación, la ejecución y el asesoramiento de la práctica del deporte, así como el fomento de la educación física y que los entes deportivos municipales, deben coordinar y promover la ejecución de verdaderos programas recreativos, buscando lograr el cumplimiento de estos objetivos para llegar al deporte asociado y competitivo que en nuestro medio hemos llegado a ignorar, cuando más se necesita y después de que con las uñas fuimos una verdadera potencia deportiva.

joseignaciogalarza@yahoo.es

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