La justicia siempre llega

Hace escasos días culminó en una importante ciudad española, una acción penal que dio lugar desde su inicio, a grandes comentarios, dada la naturaleza de los hechos y la posición social y política de los supuestos sindicados, a más de los delitos imputados que significaban graves violaciones a la Ley Penal y mengua importante al tesoro municipal, hasta el punto que señaló a tal ciudad como la de la «corrupción generalizada».


La ciudad referida, se dice, en la información del periódico El país y en sus páginas 12 a 14, que resumimos, que pasó ayer no una sino 5.774 páginas de putrefacción política y que supuso la primera disolución de un Ayuntamiento en la democracia. Se afirma en la sentencia que en el consistorio se había instalado la corrupción y se operaba bajo el poder de hecho ejercido por el ex asesor urbanístico y que hasta marzo de 2006 compró voluntades de concejales, funcionarios e incluso jueces para amasar un patrimonio de origen ilícito tasado en 101.7 euros que ha quedado incautado.

Tras cinco años de instrucción, dos años de juicio y 13 meses de redacción, la sentencia considera probado que el ex asesor recibía dinero de promotores con intereses urbanísticos y a cambio, él se encargaba de manejar como marionetas a los ediles, encargados de aprobar licencias contrarias al planeamiento en su beneficio. Tal funcionario ocultó las enormes riquezas obtenidas, en un entramado de 71 sociedades pantalla gestionadas por un despacho de abogados.

Pese a que la Fiscalía había pedido al tribunal 30 años de prisión y 810 millones de euros de multa para ex asesor urbanístico, la pena fue de 11 años de cárcel y 240 millones de euros de multa, pues se alega un atenuante de confesión y que no se demostró la ilegalidad de algunas operaciones urbanísticas. Además, 43 de los 95 acusados inicialmente han resultado absueltos.

El ex asesor urbanístico es el protagonista absoluto y el resto, personajes secundarios y figurantes que orbitan en torno a él. El condenado reconoció en el juicio que recibió los pagos de los empresarios y que repartió una parte de esas mordidas entre los ediles para «mantener la cohesión» del gobierno tripartito. El ex asesor buscaba convertir un presunto cohecho en una falta administrativa de financiación de partidos, pero el tribunal echa por tierra este argumento y vincula los pagos a la concesión de licencias y otras resoluciones municipales, pues ningún empresario entrega una elevada suma de dinero altruistamente a quien no es nada menos que el gerente de Urbanismo de una ciudad, paradigma de emporio urbanístico.

Por lo demás, la sentencia avala las pruebas clave recopiladas durante la instrucción, destacándose la contabilidad paralela hallada en unos archivos informáticos en oficina ajena al Ayuntamiento (Alcaldía) por la que desfilaban los promotores para hacer sus negocios con el auténtico hombre fuerte del consistorio.

En el epílogo de la sentencia el tribunal acuerda que los bienes y el dinero decomisados sean utilizados para abonar las deudas del consistorio por los «perjuicios morales y económicos» derivados de ese «ambiente generalizado de corrupción».

De otra parte, en el mismo periódico al que nos referimos atrás y en esta misma fecha (5 de octubre de 2013 pág.14) señala que el condenado recibió bienes sin descanso a través de 71 sociedades que funcionaban bajo el modelo de caja única: 130 fincas, docenas de inmuebles, palacetes, pues compraba y compraba. Adquirió fincas productivas, de caballos de raza, de reses, limoneros (con 35.000 árboles y una promoción inmoviliaria entera. Además, lo que podía considerarse como adquisiciones eterodoxas). Colección de coches antiguos (como un Mercedes alas de gaviota valorado en 300.000 euros) que le adquirió a un empresario navarro; los cerca de 30 carruajes antiguos fueron valorados en 3,7 millones de euros. El helicóptero fue vendido por 900.000 euros y el avión (un Citation II 550), lo utiliza ahora la policía.
Algunas adquisiciones tuvieron el aroma de un expolio. Es el caso de algo más de 400 obras de arte encontradas en una nave de Córdoba. Su tasación necesitó del trabajo de técnicos desplazados por la Junta de Andalucía y la determinación de que, en todo ese embrollo, había tres piezas de un mayor valor.

Amasó una fortuna sin diseño con mecanismos poco sofisticados del blanqueo, fiel reflejo de la economía del ladrillo. Fue el primero de la lista, pero quizás no será el primero de la clase.»

Y aquí, ya al final de esta historia de corrupción, de la que dio buena cuenta la justicia de España, habrá que decirle al desprevenido lector, que en muestra tierra pueden ocurrir casos similares o iguales al narrado aquí y que, seguramente, no los vimos o, simplemente, no los quisimos ver. Y si ha sido así, hay que tener la suficiente entereza de carácter para denunciarlos ante las autoridades y no callarse jamás, porque se estaría haciendo cómplice de un posible delito que allá también, se paga con la cárcel.

No dudemos, entonces, estimados compatriotas, de ser vigilantes permanentes del tesoro Municipal, al que contribuimos todos con el dinero conseguido a través de nuestro trabajo y debe emplearse solamente para el mejoramiento de nuestra vida diaria.

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