Menores en Bogotá, en medio del fuego cruzado

Si bien ha habido una reducción del 12,9 % en la cifra de homicidios contra niños y adolescentes, la muerte de una menor de 11 años enciende las alarmas sobre el actuar de las bandas delincuenciales en Bogotá.


Una niña de 11 años que caminaba por el sector de Santo Domingo, en Ciudad Bolívar, fue alcanzada por un proyectil de arma de fuego a las 7:30 p.m. de este martes. Los vecinos, en principio, creyeron que se trataba de una de las tantas riñas que ocurren en la zona, en medio de las disputas entre las pandillas que buscan controlar el negocio del microtráfico en los límites entre Bogotá y Soacha (Cundinamarca). Sin embargo, el enfrentamiento, en el que inicialmente fueron empleados objetos contundentes, se convirtió en una balacera.

La menor quedó en medio del fuego cruzado y recibió un impacto en el pecho. Tras ser auxiliada por los vecinos, fue trasladada al CAMI Manuela Beltrán de la localidad, pero llegó sin signos vitales. Los testigos aseguran que una de las balas también le quitó la vida a un hombre de 53 años que se dirigía a un culto cristiano en el cerro El Diamante, al sur de la ciudad.

De acuerdo con los datos recopilados por la Sijín y la Fiscalía, la batalla campal se habría producido entre dos reconocidas bandas que delinquen entre Bogotá y Soacha. “La hipótesis es que posiblemente fue una disputa territorial y por el control de una línea de microtráfico en ese sector. Tenemos algunos indicios de quién habría sido el autor del crimen”, indicó el teniente coronel Óscar Solano Daza, oficial de Inspección de la Policía de Bogotá, quien no descarta que en esa zona haya una “línea imaginaria” entre los grupos delincuenciales. Las autoridades iniciaron ayer un “plan candado” en el sur de Bogotá para dar con el paradero de los responsables.

47 víctimas en Bogotá

A este hecho se suman las 47 muertes violentas de menores de edad registradas entre enero y diciembre de este año en Bogotá, según estadísticas de la Policía Nacional. La localidad de Ciudad Bolívar, con nueve episodios, es la zona de la ciudad donde ha sido afectado en mayor medida este grupo poblacional, principalmente los adolescentes entre 16 y 17 años. A pesar de que ha habido una reducción del 12,9 %, sigue llamando la atención que en más del 50 % de los casos (en 22 ocasiones) se utilizó el arma de fuego.

Entre esas estadísticas está el crimen de Dylan Fabián Moreno, de ocho años, quien fue asesinado en Bosa El Jardín el pasado 24 de octubre, cuando un sicario pretendía quitarle la vida a su padre, según la investigación, en medio de una serie de venganzas derivadas del negocio del microtráfico en al menos tres barrios de la localidad.

Para Luz Alcira Granada, directora de incidencia política de Save the Children, las muertes de menores de edad en medio del fuego cruzado tienen que ver con el fenómeno de fronteras invisibles en los sectores populares de las grandes ciudades del país.

“La situación se centra en la falta de control de la autoridad de los territorios, que son vedados para los mismos habitantes y donde los más vulnerables en este tipo de situaciones son los niños y las niñas”, indica la experta, y agrega que esta problemática debe tener una atención que vaya más allá del castigo a los responsables.

“Es un asunto más de fondo que no sólo va con la fuerza pública y la ciudadana, porque en estos sectores ni policía hay. Son sectores de nadie, sectores que están manejados por tráfico de armas pequeñas, por el tráfico de drogas o incluso por tráfico de personas, que cada vez es más común en este tipo de barrios. Están manejados por ellos, pero la autoridad del Estado no existe”.

Fuente: El espectador

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