Morroca electoral

Con la renuncia del profesor Eleazar González al concejo de Soacha, el enroque entre Betty Zorro y Jorge Rey en la cámara de representantes para apostarle a la gobernación de Cundinamarca, Cambio Radical empieza a mover el tablero con miras a la elección local del próximo año.


Por su parte el joven Andrés Jaramillo, quien dijo renunciara al concejo municipal para ocupar un importante cargo en el congreso, parece que prefirió dejarse tentar por las mieles del Centro Democrático y sus ideas radicales que bien representa desde sus convicciones y su fortín electoral en la iglesia cristiana, de esa manera decidió inaugurar la oficina de “Socha responsabilidad de todos”; este joven político me asemeja a la vitalidad y vehemencia del procurador Ordoñez.

Parece que estos movimientos terminan enterrando el mítico ramirismo que no está en el poder local hace tres periodos, recordemos que el unanimismo ramirista le apostó a candidatos no suachunos en las pasadas elecciones legislativas en donde la candidata Jácome se quemó y el poeta Roy Barreras solo recogió los votos del municipio y a la fecha no volvieron ni sus versos ni su presencia por estos lados. La morroca suachuna afirmaba que la candidata Betty era muy cercana al alcalde y que la idea era acabar la influencia política de don Ramirez; así las anteriores propuestas son lo mismo de siempre.

En ese sentido parece que las clases dirigentes, las familias tradicionales gobernaran el municipio, los Santos, Lleras, Uribes, seguirán en la cúspide del poder y la opinión pública; mientras el municipio continuará en el caos de movilidad, deficiencia en salud, educación, falta de vías y como dice el señor alcalde, «sin un peso en los bolsillos», tanto así que en los barrios toca colaborarle para las fotocopias de las firmas que anda recogiendo.

La gran diferencia la tienen que hacer las fuerzas alternativas que se deben mover en función del umbral electoral para no ser aplastadas por las maquinarias que renacerían el bipartidismo, pero los ciudadanos interesados en esta micropolis y que quieran tener una mejor calidad de vida, deberán constituir una alianza por Suacha y mirar cuál es ese plan de desarrollo municipal que le convenga a esta ciudad, actualmente gobernada como un pueblo.

Yo apoyaré aquel gobierno que se ponga las botas en problemáticas como retirar esa multinacional de la vereda San Jorge que tanto daño le hará a la economía y medioambiente suachuno, apoyaré aquel que quiera la paz y no siga con el discurso de la guerra y la polarización, un gobierno que acabe con el viacrucis de la movilidad en el municipio, que construya más hospitales, universidades y colegios, que promueva la defensa de los derechos humanos, que genere empleo y desarrollo económico a esta gran ciudad, porque Soacha necesita un gerente y no más caramelo.

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