No es posible creerlo

Estoy seguro que Soacha vive, en este momento, la época más terrible de su historia como Municipio, pero si los lectores no asimilan esta afirmación, vean un poco lo que a diario se dice en www.periodismopublico.com de los principales funcionarios de la administración.


El ex acalde Darío Cabra, ha sido capturado en Bogotá, por haber sido condenado a pena de prisión, por el término de cuatro años, por un Juzgado que encontró violación a disposiciones que rigen para la contratación de los Municipios con particulares.

El Alcalde Municipal, en ejercicio, José Ernesto Martínez Tarquino, cumple detención domiciliaria, por motivos similares de contratación que dieron lugar a la condena del señor Cabra.

El Personero Municipal viene siendo investigado por la Procuraduría por supuesto incumplimiento, cuando ejercía como abogado litigante.
El Contralor Municipal, también ha sido llamado por la Procuraduría, para que explique las razones legales que le indujeron a proferir una Resolución de reconocimiento de prima para él y sus subalternos.

No se puede, entonces, desprevenido lector, creer con absoluta certeza que en Soacha no pasa nada y que se vive en la más absoluta bonanza, progreso y legalidad democrática, que puede servir de modelo para la juventud que espera lo mejor de sus autoridades municipales que, precisamente, deben demostrar siempre lo contrario de lo que hoy ocurre.

Y cuando se habla de elecciones futuras y de aspirantes a la Alcaldía, se nos hiela la sangre y nos decimos internamente, los hombres de bien, no es posible creerlo. Pero por qué?, dirán quienes esta columna leen. Porque se debe regresar a 2.004, y se encuentra que en el mes de marzo el periódico EL TIEMPO de Bogotá con gran despliegue, muestra la corrupción achacada a la Presidenta del Concejo de Soacha, Araminta Vargas Navas, quien tomó posesión del cargo el 2 de enero y el 5 del mismo mes contrató con la firma M&S, asesoría jurídica para la Corporación por $60.000.000.oo, cuando aquella entidad aún no había nacido legalmente. Es decir, que el contrato se firmó con un fantasma. Esa circunstancia le costó a doña Araminta que la Procuraduría la separara del puesto, para posteriormente oírla en diligencia de descargos. Lo curioso es que el nuevo Presidente de la Corporación, en ese entonces, Juan Carlos Nemocón, al asumir el cargo salió en defensa de Araminta, aduciendo que en el contrato firmado por ella se había cometido un error mecanográfico, porque no era el 5 la fecha de la firma, sino el 15. Curiosa respuesta porque se empleaba el mismo argumento que se alegó, cuando hace algunos años, no tantos por cierto, se concedieron auxilios del Tesoro Municipal para algunos Concejales, para supuestamente beneficiar a entidades que solo un tiempo después nacieron a la vida jurídica, es decir que también eran fantasmas, pero con la diferencia de que la señora Araminta necesitó apenas dos días de su eficiente trabajo, para llevar a cabo la licitación y firmar con M&S el contrato para asesoría del Concejo Municipal. No contó, doña Araminta, por conducto de quién o de quiénes, dónde y cuándo conoció a los representantes y del afán que tenía para hacerlo.

He dicho que el contrato se firmó con un fantasma porque M&S Consultores Asociados Ltda, se constituyó el 6 de enero de 2.004, por Escritura Pública Nº 0000011 de la Notaría 1ª. de Bogotá, e inscrita en la Cámara de Comercio de la misma ciudad, el 8 de enero del mismo año bajo el Nº 00914632 del Libro lX y le correspondió la Matrícula Nº 01330583. Pero por mandato de la Ley el Registro sólo quedó en firme el 16 de enero del año ya señalado, y por eso cuando se firmó no existía la empresa contratada representada por Mónica Ximena Moreno, con cédula de ciudadanía 36.288.803. Cabe aquí preguntar, qué interés tenía en este contrato el nuevo Presidente del Concejo que reemplazó a Araminta, cuando, al asumir el cargo salió en su defensa afirmando que todo se debió a un error mecanográfico, porque no fue el 5 de enero la firma del contrato, sino el 15, y mintió así a sabiendas el señor Juan Carlos Nemocón, hoy aspirante a la Alcaldía, dizque con 50.000 firmas que lo avalan para ello, cuando ya tiene rabo de paja, y no sé si la Procuraduría lo investigó por unas declaraciones que publicó, por esa época, un periódico de Bogotá, que conducían a ello.

Naturalmente la Procuraduría, después de la correspondiente investigación sancionó a la señora Araminta Vargas Navas con 10 años de impedimento para ejercer cargos públicos y no sé qué le ocurrió al Concejal de la época, Juan Carlos Saldarriaga Gaviria, quien aprovechó muy bien su especialización en Derecho Administrativo, pues allí conoció a las socias de Consultores Administrativos, flamantes aspirantes al contrato de Asesoría para el Concejo que les significaban sesenta millones de pesos, pues también fue investigado, pero ignoro el resultado de tal investigación. Lo que sí sé, es que el señor Saldarriaga aspira a la Alcaldía, que en campaña regala tinto, y que también tiene rabo de paja, pues como abogado estaba obligado a saber que la Presidenta del Concejo no podía firmar un contrato que no existía legalmente, así tuvieran especial interés sus compañeras de Universidad, especializadas también, en Derecho Administrativo.

Finalmente, apreciados lectores, observen que hay cosas que no se pueden creer y que es importante observar muy bien las listas de candidatos para cualquier elección, porque en muchas aparecen candidatos por los que no se puede tener absoluta confianza, o no se merecen el honor de aparecer en ellas.

joseignaciogalarza@yahoo.es

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