Parques intergeneracionales instalados en Soacha se dañaron antes de ser inaugurados

Como de pésima calidad fue calificado el material utilizado en el segundo paquete de parques intergeneracionales que se instalaron en diferentes barrios de la ciudad. Para los habitantes de Soacha es inaceptable que el municipio se haya gastado una cantidad de dinero en los también llamados gimnasios al aire libre, cuando muchos ya presentan daños antes de su inauguración.


Nadie discute que las máquinas son prácticas y llamativas, pero también todos coinciden en que el material es pésimo porque con sólo días de uso de desprenden las piezas, se traban y hasta se rompen.

Hay quejas de los habitantes por la pésima calidad de los parques en León XIII, Compartir, Quintas de la Laguna, Villas de Santa Rosa y La Amistad, entre otros. Precisamente para la Junta de Acción comunal de este último barrio de la comuna dos, el material de las máquinas instaladas en octubre de 2015 es muy malo. Si bien reconocen que la iniciativa representa un gran beneficio para las familias, también les preocupa que en el poco tiempo que lleva instalado, haya sido reparado en dos ocasiones y aun así varias piezas se volvieron a dañar fácilmente.

Durante más de un año la JAC de la Amistad estuvo gestionando para que su barrio hiciera parte de la iniciativa que representaría un importante beneficio a la comunidad de todo el sector, ya que por su condición de centralidad el parque sería de beneficio para por lo menos doce barrios más. Sin embargo, al paso de unos días de haber sido instalado, empezaron a surgir los inconvenientes con la comunidad.

“Con tan solo un mes de haber sido instalado la calidad de las piezas ya mostraba su deficiencia ante el uso que la comunidad les estaba dando, el contratista tuvo que intervenir para reforzar todas las maquinas, porque resultó que empezaron a desensamblarse con facilidad y no soportaban el uso común que las personas les daban”, explicó Luis Hernando Cruz, presidente de la JAC de La Amistad.

Después de haber sido reforzadas las maquinas el problema continuó, pues aún seguían perdiendo piezas con el uso común que la comunidad les daba. Pese a los cuidados y recomendaciones que los comunales han tratado de mantener sobre cada parque intergeneracional, otro factor que ha influido en el deterioro del mismo ha sido la falta de sentido de pertenencia de algunas personas que lo usan de forma desmedida.

“Sumado a la pésima calidad del parque, está el uso que algunos pocos le dan. Generalmente jóvenes estudiantes abusan de las máquinas, ocasionando afectación a las piezas; a pesar de los llamados que hacemos desde la JAC el comportamiento se repite. Así mismo el cuidado de los padres con los niños no se evidencia, ya que los dejan sin supervisión en el parque y además de generar daños, las mismas maquinas representan un riesgo para los pequeños”, resaltó el dirigente comunal.

Los vecinos cercanos coinciden con la Junta al manifestar la importancia de realizar un cerramiento del parque que permita que este sea administrado de forma responsable para evitar el mal uso de las maquinas, en pro de prolongar el tiempo de utilidad que las mismas puedan ofrecer; de la misma forma reiteran que surge la necesidad de nombrar a un instructor para que enseñe a la comunidad cómo deben usarse las máquinas para sacarles un mejor provecho.

“Las personas aún no saben cómo usar las máquinas y como están a disposición de todos las 24 horas, esta ha sido una condición que se ha prestado para que se sigan dañando, por eso como comunidad vecina al parque pedimos que se realice este encerramiento, de esta forma se podrán programar jornadas específicas para algún instructor, enviado por parte del Instituto Municipal de Recreación y Deportes para que le enseñe a la gente cómo hacer ejercicio, al tiempo que se cuida la estructura del parque”, pidió Gabriel Sandoval, residente del barrio.

Precisamente la Junta de Acción Comunal en cabeza de Luis Hernando Cruz, ya radicó un derecho de petición exigiendo saber si los juegos cuentan con una póliza de garantía mediante la cual se pueda realizar las adaptaciones necesarias para que el parque tolere el uso que las personas le puedan llegar a dar.

Para concluir, de acuerdo con los comunales, el contratista que realizó la instalación asegura que el mantenimiento y reparación de las máquinas de ejercicio ya no es su responsabilidad.

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