Una luz en el oscuro horizonte para la Vereda San Jorge

Hoy, hace casi diez meses se reunieron aproximadamente 50 personas, en su mayoría jóvenes que llegaron de diversos rincones de la región: Sumapaz, San Bernardo, Bogotá, Fusagasugá, Sibaté, Zipaquirá y desde luego Suacha. Todos unidos desde la comprensión la certeza de que somos un gran territorio complementado y conectado y desde el sentimiento de solidaridad que despierta enfrentar al mismo monstruo: la minería.


Estos jóvenes arribaron al parque principal de Suacha muy temprano en la mañana, uno de esos sábados cotidianos de sol picante y un cielo azul abierto de par en par, atendiendo la invitación algo desesperada de la Red Juvenil y el Movimiento Ambiental Caminando el Territorio. Allí nos aventuramos en un bus rumbo a un territorio desconocido para la mayoría, incluso para los que vivimos en Suacha: la vereda San Jorge.

La Red Juvenil de Suacha y Caminando el Territorio, no se imaginaban que este sería el inicio de un largo camino, lleno no solo de aventuras, de emociones, de la increíble magia y mística de los paisajes y las gentes de San Jorge que se han impregnado en el alma de todos, sino que también sería una incubadora de cientos de amigos, de mil aprendizajes, de valores tan importantes y necesarios para salir de las tortuosas realidades de Suacha, como la unión, la solidaridad y la participación juvenil.

Sin duda alguna San Jorge tiene la culpa, este territorio es el culpable de la gestación y consolidación de la unión de los jóvenes de Suacha, no desde escenarios de “articulación” a veces desgastantes e intrascendentes, de esos que no pasan de la teorización y abstracción de los problemas, sino desde el trabajo arduo y la lucha por un objetivo común: decirle NO a la minería en San Jorge y ayudarle a sus habitantes a desterrarla de allí, desde los mecanismos legales y pacíficos.

Hoy cuando aún no se ha logrado el objetivo, pero reconociendo que cada vez somos más y más los que resistimos, que seguimos firmes y dispuestos a aportar, que en el horizonte brilla una tenue luz de esperanza, creemos que son propicios los agradecimientos. Gracias a aquellas personas y colectivos que se subieron en un bus con rumbo desconocido aquella mañana radiante, si no hubiera sido por ese primer apoyo y por esa primera muestra de solidaridad, seguro el camino caminado nunca se hubiera andado, esa buena energía, esas palabras de aliento y fuerza, se convirtieron en el oxígeno que permitió el andar.

De allí para acá muchos han sido los que se han montado en un bus o en el camión de algún campesino de la vereda que de atiborrarlo de papa, arveja o vacas, ha pasado a meterle una cantidad de ‘chinos y chinas’, rumbo a San Jorge, con la intención de que reconozcan las graves implicaciones que tiene la minería en su territorio, se sumen a su resistencia y defensa territorial y ayuden a decir No a la minería en esta vereda.

Gracias a los compañeros de Sumapaz Resiste, Voces por el Agua, a la gente de San Bernardo, de Zipaquirá, a todos los demás compañeros y compañeras de otras geografías que han llegado hasta San Jorge, a los panas de Suacha: a la Red Juvenil, a Suacha en Imágenes, al colectivo Cinempleo, a Diablo Fu, al Aula Intercultural Humedal Neuta, a los compas de la Uniminuto y de la Cundinamarca, a la Red Tejiendo Páramos, a don Pablo Carrizosa, a don Eduardo Mariño, a don Clímaco Pinilla. Gracias porque desde el principio o en el camino se pusieron la camiseta de resistencia y defensa de los campesinos y el patrimonio ecológico de la vereda San Jorge y es la hora y la siguen sudando.

Hace unos días la Contraloría General de la República (CGR) entregó respuesta a un derecho de petición interpuesto el 18 de julio de 2014, por don Ciro Alberto Munevar, da la razón a la comunidad de San Jorge en su eterna denuncian de la ilegalidad e irregularidad de la licencia ambiental que otorgó la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) al contrato minero IF-08081, mediante resolución 0532 de febrero de 2012, para explotar materiales de construcción en la cantera denominada Caracolí en la vereda San Jorge (Suacha), la explotación contempla un área de 63,5 hectáreas, con una duración de 30 años y es operada por la multinacional Suiza Trenaco.

El informe de la CGR demuestra una seria y cuidadosa investigación por parte de esta entidad, que contrasta con el mediocre o nulo trabajo investigativo desarrollado por las autoridades de control local: personería, contraloría y alcaldía municipal y con su actitud común de ignorar y menospreciar las denuncias, argumentos y llamados de la comunidad, ya que dichas autoridades en muchas ocasiones y públicamente han manifestado efusivamente que la explotación de la mina caracolí en la vereda San Jorge, cumple con todos los requisitos de ley.

La CGR en dicho informe hace dos hallazgos:

En el primero concluye que la CAR incurrió en una falla disciplinaria al otorgar licencia ambiental sin considerar la superposición del polígono del contrato minero IF-08081 al área protegida de la Reserva Forestal Protectora Productora Cuenca Alta del Río Bogotá, según lo establecido en la resolución 0076 de 1977. Al respecto el informe textualmente manifiesta “Lo anterior, aunado al hecho de que la CAR la tenía identificada dentro de su Línea Base Ambiental, permite concluir que la Corporación contaba con los elementos necesarios para establecer que el contrato minero se encontraba dentro del área de la reserva forestal antes mencionada”. Y con respecto a este hallazgo finaliza diciendo “Por lo anteriormente expresado, la CGR concluye que ante la inobservancia de la CAR en su calidad de administradora de la reserva forestal, de las normas que definen las características y usos de éstas áreas, la incidencia disciplinaria se mantiene”.

El segundo hallazgo establece que la CAR incurrió en una falta disciplinaria por incumplimiento de requisitos legales, según lo establecido en el artículo 11 de la Ley 1185 de 2008, los proyectos de minería deben elaborar como requisito previo al otorgamiento de la licencia ambiental un programa de arqueología preventiva el cual debe ser aprobado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), y posteriormente un Plan de Manejo Arqueológico debidamente aprobado para el inicio de la obra. En la investigación de la CGR, no se encontró la aprobación de dichos requisitos y el ICANH “no ha entregado el informe con el resultado de la intervención ni el respectivo Plan de Manejo Arqueológico”, dice textualmente el informe de la CGR, lo cual implica un riesgo al patrimonio arqueológico, antropológico y cultural de la nación. Además la CGR concluye “Teniendo en cuenta que el documento que reposa en el expediente no da fe de que se hubiera presentado el informe final de prospección con los contenidos ya considerados y que la CAR no verificó ante el ICANH la implementación del programa y presentación del plan, la observación disciplinaria se mantiene en calidad de hallazgo”.

El informe también destapa otras ollas podridas en este caso, que deslegitiman su legalidad:

En el expediente del contrato minero IF-08081 de la CAR reposa un certificado según el cual el ICANH aprobó el informe de Intervención del proyecto titulado:

“Reconocimiento y prospección arqueológica del área de concesión minera IFF-08081, vereda San Jorge, municipio de Soacha, departamento de Cundinamarca”. Sobre dicho documento la CGR le preguntó al ICANH y la respuesta de este instituto textualmente fue “…el documento no fue emitido por el instituto, el formato no es el empleado por el instituto, el consecutivo no existe en el instituto y la información allí consignada corresponde a un documento diferente al enunciado en el texto”.

La CGR da la razón a la comunidad en el sentido de que afirma que el contrato minero IFF-08081 se encuentra dentro de los rangos del ecosistema de páramo, según fuentes oficiales de información como la Resolución 769 de 2002 y el Atlas de Páramos de Colombia. Pero al no estar delimitada en el área geográfica Cruz Verde Sumapaz, es un territorio susceptible a la minería.

También se hace evidente la falla en el concepto de uso de la Curaduría Urbana 1 de Suacha, ya que no es consecuente, puesto que permite la actividad minera en una zona que el Plan de Ordenamiento Municipal de Suacha establece como “Zona de protección ambiental”.

Por último en el informe de la CGR se lee que esta entidad, pondrá en conocimiento de las autoridades competentes (Fiscalía General de la Nación y Procuraduría General de la Nación) los presuntos hechos irregulares evidenciados en el trámite de respuesta de la denuncia.

Hay que hacer un reconocimiento especial al líder del corregimiento uno, don Ciro Alberto Munevar, gracias a él, a su gran esfuerzo e ingente trabajo por conservar la funcionalidad ecológica, la riqueza estética del paisaje natural y las formas tradicionales de vida de la vereda San Jorge, hoy los agradecimientos no florecen de la nada, hoy esconden esta muy reconfortante noticia; se vislumbra una tenue luz en el oscuro horizonte, que aunque aún no resuelve nada, llena los corazones de esperanza, realza el ánimo y abona las energías.

A los campesinos y líderes como doña Gloria Cuervo y don Hector Bello que amablemente le han abierto a los jóvenes de Suacha y la región, las puertas de su territorio incluso las de sus casas, pero más importantes aun, las de sus corazones, muchas gracias, cuentan con la energía e inteligencia de los jóvenes de Suacha, estamos con ustedes y seguiremos caminando de su mano los senderos de la defensa de San Jorge.

Movimiento Ambiental Caminando el Territorio y Red Juvenil de Suacha.

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