Política Actual de Ciencia y Tecnología en Colombia: contravía al desarrollo nacional

Con el panorama político despejado como consecuencia del pronunciamiento de la Corte Constitucional de declarar inexequible el referendo reeleccionista, y en vísperas de las elecciones parlamentarias, es el momento propicio para interpretar las propuestas de los candidatos, que se asumen desde diferentes perspectivas como esenciales para el desarrollo de la sociedad colombiana.


En la historia reciente del país nunca se había vivido un clima de tanta incertidumbre generando consigo mucha controversia y desde luego graves escándalos.

Actualmente se vive un clima de polarización política, de tira y afloje, pues todos los actores políticos están empeñados en que su colectividad o sus ideas prevalezcan entre todo este caos, y el ciudadano, quien en realidad tiene el poder en sus manos, entra en ese juego sin tener claro qué es lo que se discute.

Aunque este momento es el propicio para hacer balances sobre el gobierno de 8 años de Álvaro Uribe, no me corresponde a mí hacerlo. Más que un balance, lo que quiero exponer son algunos aspectos que requieren atención en relación a políticas que no han surtido el efecto esperado o que definitivamente ponen en evidencia falencias de fondo en las políticas del gobierno actual así como plantear cuáles podrían ser eventualmente algunas alternativas.

Si bien es cierto que hay algunos tópicos que requieren atención inmediata, he decido empezar la reflexión por un problema vital: La cuestión de la ciencia y tecnología nacional como un elemento fundamental para el desarrollo, que si bien no es un problema grave dentro de la situación social actual, representa una gran inversión a futuro e inevitablemente está conectado con sectores sensibles de la sociedad, en la cual poquísimos políticos deciden apostar y mucho menos invertir cuando son favorecidos con el voto de sus electores.
Para comenzar es necesario precisar que la inversión estatal en ciencia y tecnología ha sido inexistente a lo largo de muchos años y la producción de ciencia y tecnología nacional es casi prácticamente nula.

Por qué se destina menos del 1% del PIB a ciencia y tecnología y se destina el 15% por ciento en fortalecer las fuerzas armadas, sólo por citar un ejemplo?.
Respuesta: el gobierno no está interesado en generar conocimiento.
Este desinterés es consecuencia de la necesidad de resolver otros problemas más graves que atacan directamente a la población; problemas de orden social y económico que aquejan a la gran mayoría de la población colombiana.

Estos grandes problemas generalmente son enfrentados en forma impetuosa e inmediatista como la reciente emergencia social y la crisis de la salud con pobres resultados incluso a corto plazo; pocas veces son planeados como soluciones sistemáticas y permanentes, y claro, pocas veces dan resultado. Otros ejemplos son el problema de la violencia y el problema del desempleo, son enfermedades crónicas que han sido tratadas con paños de agua tibia.
Pero qué tiene que ver la generación de conocimiento y tecnología con la solución de los problemas sociales?

La adquisición de conocimiento a través de los proyectos educativos institucionales y los programas curriculares de las universidades hacen a los ciudadanos personas aptas para competir laboralmente y producir beneficios, es decir rentabilidad económica reflejada en bienestar social general.

En Colombia hay numerosa y excelente mano de obra calificada, pero no existen incentivos ni estímulos apropiados para poder captarla y traducir el conocimiento adquirido por ellos en beneficios sí mismos y para el país.
Este hecho lo pone en evidencia las altas tasas de desempleo, subempleo, así como el nulo o poco apoyo a la generación de empresa, mientras que de otra parte las políticas mal ejecutadas a través de exenciones tributarias que pretendían generar empleo lo que generaron fue un deterioro de la calidad del mismo como se puede constatar en la contratación indirecta, la prestación de servicios, el desmonte de la seguridad social, etc.

Probablemente si las condiciones de beneficio (estabilidad para trabajadores, lucro para empresarios) fueran óptimas, ello contribuiría a una mejora en los servicios prestados, mejoraría el nivel de competencia entre empresas y por tanto el nivel de los bienes ofrecidos, abriendo la puerta al desarrollo de tecnologías para prestar un mejor servicio, y por tanto elevar la calidad de vida de los ciudadanos.

La generación de estas tecnologías requeriría la aplicación o creación de nuevo conocimiento, y así este nuevo conocimiento sería retransmitido y sería retroalimentado, puesto al servicio de la sociedad.

Es claro que en el país los empresarios obtienen lucro máximo, pero las condiciones laborales de sus trabajadores incluso los de alta calificación son paupérrimas y las políticas laborales no surten efecto generando la concentración de la riqueza en una pequeña fracción de la población y el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población. En otras palabras no hay redistribución justa de la riqueza.

El individuo que se educa y adquiere conocimiento generalmente estructura puntos de vista amplios y diferentes, es capaz de tolerar puntos de vista diferentes y a partir de discusiones racionales y civilizadas propone y construye soluciones.

Esto lo pone en igualdad de condiciones con cualquier otro ciudadano; dicho de otro modo lo coloca en igualdad de oportunidades.
La posesión de conocimiento no hace imprescindible al ciudadano, lo hace parte la estructura social.

Así, la formación del individuo entra a ser parte de un excelente programa de inclusión social en el panorama actual del país, pues más que conocimiento se le da oportunidad al individuo para hacer parte de la construcción de país.
Es por esto vital la importancia de la calidad y cobertura de la educación; en un Estado al servicio de la sociedad debería estar garantizado el acceso a la educación de calidad, en igualdad de oportunidades.

Pero esta igualdad de oportunidades debería estar garantizada mediante la calidad de la educación. En cambio, la falta de calidad en el conocimiento adquirido lo hace susceptible de discriminación, y ante esta falta de oportunidades y reconocimiento el individuo acaba recurriendo a la fuerza y a la corrupción como único medio para hacer valer sus puntos de vista y sobre todo su sobrevivencia, con la generación de nuevos factores de violencia como consecuencia de su acción.

Tal y como lo mencioné anteriormente, el desproporcionado presupuesto de las fuerzas armadas para el combate de la guerrilla y el narcotráfico ha generado un grave desequilibrio no solo con respecto a la inversión social sino con respecto a la ciencia y tecnología, y finalmente pone en desventaja al pueblo.
Para el gobierno resulta más provechoso invertir en el adiestramiento de una persona para asesinar y recibir órdenes, en la compra de armas y tecnología bélica que en la inversión en programas de desarrollo científico como vacunas, la investigación en el uso de energías limpias y eficientes, la preservación e investigación de la idiosincrasia indígena nacional por ejemplo.

Estas son cosas que a nadie parece importarle.

El objetivo principal del gobierno es acabar con la violencia generada por las drogas y la infamia de la guerrilla con más violencia. El balance al final sería un país sin guerra, sin narcotráfico, pero con gravísimos problemas sociales por el descuido del gobierno de turno por querer u obstinarse en resolver el conflicto interno de una forma violenta.

Por último, qué beneficios traería una sociedad donde se incentiva la generación de conocimiento, donde se invierte en tecnología para el bien del pueblo?
Igualdad de oportunidades para la población, traería igualdad social, que acabaría parcialmente con la preocupación del individuo por el bien personal y pasaría a pensar en el bien común. La tecnología desarrollada en casa trae la gran ventaja de pertenecer a la casa, además de mejorar la calidad de vida del pueblo, pasaría a ser patrimonio del pueblo.

También haría al país competitivo ante las tecnologías de otros países, y lo haría autosuficiente. La generación de conocimiento abre la oportunidad de crear más conocimiento, para el enriquecimiento cultural y científico de la sociedad.

De esta forma la ciencia podría cumplir con su función de generación de bienestar general y beneficios en la solución a los problemas que se plantea el hombre para la comprensión del universo que nos rodea, tanto físico como social.

Qué nos falta para poder hacer rentable la ciencia y la tecnología?

Todo. Comenzando por trazar políticas publicas a largo plazo de ciencia y tecnología adecuadas a las necesidades del país. El gobierno muestra su desinterés con la inexistencia de un organismo estatal (ministerio) que regule las políticas de ciencia y tecnología. Colciencias hace las veces de organismo de regulación de las políticas de ciencia y tecnología y administrador de los recursos destinados, no obstante su labor sigue siendo precaria aunque siendo justos con lo que hace ya es bastante.

Apostar en la formación de personal calificado para la generación de ciencia y tecnología es vital, al final es inversión en mano de obra altamente calificada
A la fecha, muy pocos candidatos al Congreso hacen referencia a las políticas de ciencia y tecnología como factor decisivo de desarrollo; algunos ni siquiera mencionan propuestas sobre el particular así que la situación no parece mostrar mejoría.

La ciencia y la tecnología no es para los académicos, es para el pueblo.

Julián Andrés Munévar Cagigas. Graduado en Física de la Universidad Nacional de Colombia. Mágister en Física, Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas. Estudiante de Doctorado en Física Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas, Brasil.

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