Adiós a un hombre, líder latinoamericano
Nunca me considere chavista, pero por su puesto que tampoco antichavista; compartía algunas políticas implementadas en su gobierno, pero así como no soporto que acá en Colombia le hagan trampas a la Constitución del 91 para adueñarse del poder, no tolero que lo hagan en otros Estados así sea con un interés social; esas prácticas acá o donde quiera que se hagan son medidas autoritarias y autocráticas.
El pueblo venezolano estuvo en toda la libertad de elegir y reelegir al Comandante Chávez, aquel que hoy lloran en demasía y a quién muchos recuerdan por su intento de Golpe de Estado, otros por su ronca y entonada voz cuando cantaba en las eternas presentaciones por la televisión y otros por sus pretensiones y acciones bolivarianas.
Creo que el pueblo venezolano ha perdido un gran líder, una persona con mucho carisma y capacidad de trabajo; así mismo considero que el territorio latinoamericano ha perdido una figura emblemática, aquel que era capaz de despertar los más profundos odios y también los más eternos amores; una persona con la capacidad de convertirse en un referente latinoamericano.
El día de la muerte de Hugo Chávez, escuché a un político en la radio colombiana referirse a Chávez como el hombre que fue capaz de poner en el primer plano de importancia un país que para Colombia no representaba nada antes de la aparición política del Comandante, y yo añado: que lo mantuvo en el escenario internacional, ofreciéndole a todo el pueblo venezolano la posibilidad de ser.
Un Gobierno que entrega casas gratis, es un Gobierno populista según los neoliberales y conservadores; de igual forma garantizar la educación y la salud como derechos son acciones determinantemente revolucionarias, desde la visión de un arrodillado al sistema capitalista, yo creo que esas acciones políticas que el Presidente Hugo Chávez convirtió en Política de Estado son los grandes logros del pueblo venezolano, de igual forma darle utilidad a fanegadas de tierra para ser aprovechadas por los campesinos, son acciones que cualquier demócrata debe respaldar y continuar.
Desde la muerte del presidente Chávez, incluso desde antes, he estado analizando las posturas y discursos de Maduro; ninguno me ha convencido, ninguno tiene la claridad que debe tener un gran líder; pero claro, hoy cuando el señor Capriles decide ser el candidato a la Presidencia por la oposición entiendo que Maduro tiene lo necesario y le sobra para responder a este señor que no se ha convertido en nada más que la representación de la oligarquía adolorida venezolana y que ha retomado de la oligarquía paramilitarizada de nuestro país, Colombia, las peores prácticas y acompañamientos, ninguna persona decente de un país latinoamericano puede contar entre sus amigos a un hombre como Álvaro Uribe Vélez y creerse demócrata.
Capriles no tiene la autoridad moral para criticar las reformas o las interpretaciones a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no tiene el carácter ético para llamar a la responsabilidad social cuando ha renunciado dos veces a su cargo de elección popular para estancarse en una oposición irracional y sin propuestas, pero lo que sí tiene son amigos y cómplices que si el pueblo venezolano lo permite convertirá a Venezuela en la cuna del paramilitarismo latinoamericano, aprovechando los recursos que entrega el petróleo para financiar los ejércitos de autodefensa en todo el continente para acabar con lo que para él y sus aliados son la plaga socialista latinoamericana.
No lloro por la partida del Presidente Hugo Chávez, no ondeo la bandera bolivariana, pero sí espero por el bien de este territorio que llamamos Latinoamérica que el pueblo venezolano no permita que un representante de la oligarquía y aliado de los amigos del paramilitarismo llegue al Palacio de Miraflores.
Hoy espero e imploro por el bien del pueblo venezolano que su conciencia y ética los lleve por el camino de la democracia, por la senda de la responsabilidad y garanticen que la oligarquía venezolana no se convierta en el trampolín del paramilitarismo latinoamericano, este pueblo latinoamericano no soporta más que la vida sea asesinada en primavera.
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