La violencia acecha a los docentes de la Institución Educativa San Mateo
Una delicada situación afronta desde hace varias semanas un grupo de docentes de este colegio de la comuna cinco, debido a la violencia y el maltrato del que han sido víctimas, tanto por estudiantes como por padres de familia, algo que a criterio de ellos se ha salido de control y se ha vuelto intolerable, dadas las circunstancias en las que se han manifestado los actos violentos.
Son en total cinco los casos presentados hasta ahora en el colegio, en los cuales no sólo han habido agresiones verbales, sino que las cosas han ido más allá para pasar a las agresiones físicas e incluso amenazas a la integridad de los profesores. Para los maestros, las causas se derivan de la labor propia de su profesión, pues aparte de enseñar los temas del currículo académico, se han generado otras iniciativas para fomentar el cambio de actitud en los estudiantes y promover una cultura de paz.
Vale la pena decir que la situación de San Mateo no es nueva, pues de esto se tiene el antecedente de lo ocurrido el año pasado en la Institución Educativa Buenos Aires de la comuna cuatro, cuando la mayoría de sus profesores fueron amenazados por los violentos que hacen presencia en ese sector. Igualmente, de acuerdo a lo informado por los mismos docentes, algunos de los cuales hacen parte de la Subdirectiva Sindical del Magisterio de Soacha, el problema se replica en otros colegios del municipio.
Periodismo Público.com pudo dialogar con dos de las docentes que han sido víctimas de la violencia, quienes expresaron su preocupación por la situación que se presenta, y llamaron la atención por la poca efectividad que de una u otra manera han tenido las autoridades locales para hacer frente a esta problemática. Por razones de seguridad, los nombres han sido reservados para preservar la integridad de estas personas:
“Lo que pasa es que hay varios problemas en los cuales los estudiantes han agredido físicamente a algunos docentes de la institución, pero además hay padres de familia que también nos han agredido. A una compañera le fracturaron el tabique, mientras que a mí me golpearon con un objeto contundente en el ojo derecho y me incapacitaron durante cuatro días. Nosotros hemos tratado de seguir el conducto regular, es decir, dialogar con el estudiante y con el padre de familia cuando hay agresiones leves. Cuando la agresión ha sido grave se les ha sancionado, pero no han habido más reacciones por parte de la institución”, explicó una de las profesoras.
La docente cuestionó el hecho de que en la Secretaría de Educación exista una Oficina de Control Interno a donde acuden padres y estudiantes para poner sus quejas en caso de algún problema que tengan con los docentes. No obstante, según lo manifestó la educadora, no existe ninguna oficina para que los docentes que sean víctimas de agresiones puedan hacer una queja o seguir algún conducto. Además, resaltó que no se puede poner la denuncia en la Fiscalía porque se ha considerado que los casos no han sido lo suficientemente graves como para iniciar una acción judicial, lo que hace que los docentes se sientan desprotegidos.
“Hemos evidenciado que somos muy vulnerables a las agresiones, tanto de estudiantes como de padres de familia, que han sido muy recurrentes este año, ya que en lo que va corrido de 2013 tenemos denunciados cinco casos de agresión o de amenaza. Este es uno de los colegios que tiene un nivel social en donde hay asistencia y acompañamiento de las familias a los hijos y los muchachos están en una condición de satisfacción de sus necesidades básicas, es decir que nuestra población no es la del estrato cero que predomina en Soacha, sino que son jóvenes que tienen cierto acompañamiento de su familia. Si esto pasa en San Mateo, donde los jóvenes no están en el contexto de violencia que tienen otros muchachos en Soacha, como por ejemplo Ciudadela Sucre o Compartir, donde se presentan casos muchos más graves, ¿cómo será en otros colegios?”, expresó otra profesora.
Esta docente aseguró que se debe hacer algo de manera urgente, porque la situación ya llegó al extremo y se volvió intolerable, resaltando que se debe mirar que como educadores y funcionarios no tienen toda la responsabilidad social de los problemas, porque se requiere aunar esfuerzos frente a lo que significa la escuela y toda su institucionalidad, para apoyar todos esos procesos de transformación y acción, en aras de generar una cultura diferente, una cultura que se sobreponga a la violencia.
En otros colegios
Los profesores que hablaron con este medio, aseguraron que las amenazas a docentes son recurrentes y que los casos siempre se reportan a la Secretaría de Educación. De acuerdo a lo informado por ellos, el caso que se conoció el año pasado con los profesores de la Institución Educativa Buenos Aires está relacionado con la presencia de pandillas, el porte de armas y las amenazas a la vida de los maestros, por su trabajo frente a la educación y frente a los procesos de transformación que están adelantando allá, porque de alguna manera hay grupos de microtráfico que están amenazando a los maestros, simplemente por ofrecer alternativas diferentes:
“Es una situación que debe visibilizarse, esto no se resuelve con una cámara de seguridad o trasladando al maestro, porque la problemática de violencia en el municipio no sólo afecta lo que vemos en la escuela, la problemática de violencia tiene que ver con la forma como se vive y con la misma cotidianidad del sector, tanto que se está volviendo natural tratarnos de forma violenta. Hay otras posibilidades de construir y generar una cultura de paz, si nos reconocemos como ciudadanos y ciudadanas. Si se reconoce el problema se pueden buscar alternativas de solución”, concluyó una de las maestras.
Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp