Caos de movilidad en Soacha por obras en la comuna dos
Habitantes y líderes de los barrios Camilo Torres, La Cañada y La Amistad aseguran que no fueron informados mediante ningún medio sobre la intervención de la carrera séptima entre las calles 23 y 25. Manifiestan que los trabajos sobre la paralela están afectando de forma contundente la movilidad en este sector de la ciudad.
La carrera 7, como acceso principal al centro de Soacha, representa una afluencia importante de vehículos de transporte público y particular; residentes de barrios cercanos a este corredor entre las calles 23 y 25 aseguran que la vía ha sido intervenida tres veces en un año debido a irregularidades durante la ejecución de las obras y manifiestan su descontento porque el tráfico se está desviando por las calles de los barrios sin ningún tipo de control ni señalización, provocando caos y peligro para los habitantes.
David Cortes, habitante del barrio Camilo Torres, describió los inconvenientes generados por la intervención: “Al parecer antes de empezar la ruptura de la vía no consideraron una planeación que permitiera desviar el tráfico de forma efectiva sin causar afectaciones a los barrios aledaños, porque aun después de iniciar la obra no instalaron ningún tipo de señalización que permita ubicar a los conductores, las vías alternas están en mal estado y la octava no tiene condiciones para ser usada como principal alternativa, además está trancada por las obras que se están realizando en la calle 21”, puntualizó el residente.
La falta de planeación ha generado en el interior de los barrios trancones que se prolongan por horas, puesto que los conductores ajenos al sector – por buscar una salida durante el desvío -provocan un caos de movilidad en las vías. Jorge Amaya, habitante del barrio La Cañada, explicó la situación que a diario afecta a la comunidad y a los conductores:
“Muchos de los conductores que vienen de otros lados buscan la salida para alcanzar de nuevo la Cra 7, sin embargo al verse encerrados entre la Cra 8 y la calle 21, debido a la intervención que también se está efectuando en esa vía, optan por utilizar la calle 22 A, la cual no tiene salida porque al final de la vía hay una casa que bloquea totalmente el paso de vehículos y evita que la 22 A conecte con la carrera 9. Una vez que los conductores llegan al final de la calle no tienen salida y tampoco encuentran forma de devolverse, ya que detrás de ellos vienen cinco a seis más en la misma situación de confusión, hecho que genera congestión vehicular”, aseguró el ciudadano.
Los habitantes aseguran que la situación sería distinta si les hubieran avisado previamente sobre los trabajos que se están realizando sobre las vías y se implementara un Plan de Manejo de Tráfico que controle eficazmente la movilidad entre los barrios, dicen sentirse excluidos porque todas las medidas que se tomaron se hicieron sin tener en cuenta el bienestar de quienes habitan el sector.
Ariel Cárdenas, delegado de la Junta de Acción comunal y habitante del barrio La Amistad, habló sobre el peligro que representa para la comunidad el mal manejo del tráfico que obstaculiza la movilidad en las vías internas:
“La gran mayoría del tiempo las calles están colmadas de vehículos de todo tipo, algunos a pesar del mal estado de las vías transitan a altas velocidades; desde que se intervino la séptima todo el transporte que desvía por la octava y las calles del barrio genera una situación de riesgo para la comunidad, resulta peligroso enviar a un niño por un mandado a la tienda porque las calles están llenas de buses y carros”, manifestó el líder.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad de Soacha asegura que las obras ejecutadas sobre la séptima por los contratistas de la concesión Bogotá – Girardot fueron iniciadas sin autorización de la administración municipal, y sin un Plan de Manejo de Transito vigente.
Rafael González, director operativo de tránsito y transporte, respondió a la comunidad y explicó las causales de la actual situación que afecta a la comunidad de ese sector: “En los últimos días, los contratistas de la concesión Bogotá-Girardot reiniciaron obras de unos tramos que habían intervenido y dejaron mal, situación que no nos informaron. Ellos no tienen un Plan de Manejo de Tráfico (PMT) autorizado, aunque aseguran que tienen uno del año pasado. Sin embargo el mismo lleva 6 meses vencido y hasta el momento la intervención no se ha formalizado ante la dirección ni en la secretaría de movilidad, por ende pasaremos la debida queja a la Agencia Nacional de Infraestructura y a la superintendencia, para que tome medidas con el contratista”, explicó el ingeniero.
Mientras se aclara la situación, la Secretaría implementará un plan de desvío provisional para el transporte público por el semáforo de la 22 salida sentido sur-norte para dar entrada al tramo activo de la séptima. Conjuntamente se acordó con el contratista implementar la señalización correspondiente dentro de los barrios. Finalmente, la Secretaría de Movilidad está haciendo el debido seguimiento para que la firma contratista cumpla con sus deberes en el lapso de una semana.
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