Nueva York tiene el mejor bar del mundo, en un pequeño local
El mejor bar del mundo es The Dead Rabbit, un pequeño local en Wall Street. Lo avala su menú de cócteles famoso en todo Manhattan y sus numerosos premios. Si alguna vez va, pida un True Blue.
El secreto mejor guardado de Wall Street es un pequeño bar de la Calle Water, casi en la punta sur de Manhattan, que es fácil pasar de largo durante un paseo turístico por las calles más antiguas de Nueva York.
No puede negar su ascendencia irlandesa: una larga barra de madera, unas pocas butacas donde se apretuja la clientela, unas mesas al fondo para servir comida, una impresionante selección de whisky y serrín por el suelo. No hay carteles de Guinness, no hay televisores con partidos de fútbol americano o béisbol. Lo que hay es buen ambiente y mejor servicio: The Dead Rabbit, Grocery and Grog está considerado el mejor bar del mundo.
Ha ganado el premio otorgado por The World’s 50 Best Bars dos años consecutivos; el de la mejor coctelería del mundo por los premios Spirited; el de mejor bar de whisky de Nueva York por la publicación Village Voice, el de mejor equipo de barmans por la revista Time Out.
En una ciudad despiadada con los negocios de hostelería, la historia de este pequeño local es de las que nacen ya convertidas en leyenda. Hace siete años sus fundadores, Jack McGarry y Sean Muldoon trabajaban juntos en el bar del Merchant Hotel de Belfast. Uno de sus clientes habituales era el responsable de investigación y desarrollo de la Bolsa de Nueva York, que todos los meses, por trabajo, pasaba una semana en la ciudad norirlandesa.
“Un día nos dijo: ‘Lo que hacéis vosotros aquí nunca se valorará. Si lo que queréis es ser los mejores del mundo tenéis que ser los mejores de Nueva York, no de Belfast’. Nos advirtió que no sería fácil, que sólo tendríamos una oportunidad de hacer las cosas bien, pero que el esfuerzo merecería la pena. Nos convenció. En noviembre de 2010 aterrizamos en Nueva York con nuestras maletas”, explica Muldoon.
Buscaban un buen ángulo para un espacio que sirviera cócteles únicos en un ambiente diferente y encontraron inspiración en la huella que dejó la gran inmigración irlandesa de mediados del siglo XIX en la ciudad. El nombre del local es el de una de las bandas callejeras más famosas del mítico Five Points. Tres años más tarde The Dead Rabbit se había convertido en el punto de encuentro preferido por los trabajadores de Wall Street. ¿La fórmula del éxito? Mucho, mucho esfuerzo y nunca darse por satisfecho.
McGarry trabajó durante dos años en el primer menú de cócteles, resucitando con increíble fidelidad bebidas históricas de la época del éxodo irlandés. Es una lista que se convirtió instantáneamente en la más admirada de la ciudad y en un libro que mezcla sus mejores bebidas con pasajes históricos para entender el Nueva York del siglo XIX.
Desde el año 2013 este menú se edita en forma de novela gráfica, con seis números independientes a lo largo del año inspirados en la vida de John Morrisey, el fundador de la banda de los Dead Rabbits. Qué elegir, por tanto, depende del momento en el que se visite el bar pero siempre se puede contar con una gran influencia del whisky irlandés en sus mezclas.
Este verano la estrella es el True Blue, una mezcla de whisky, brandy de manzana, Guinness, Pedro Ximenez, miso, jengibre, limón y amargos. Para los menos atrevidos la casa sirve también cerveza de barril y el que, según los principales críticos gastronómicos, es el único café irlandés bien servido de todo Estados Unidos.
Fuente: Larepublica.co
Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp