Logran ver al otro lado de nuestra galaxia
Astrónomos lograron algo que hasta ahora era difícil: ‘ver’ al otro lado de nuestra galaxia, la Vía Láctea, midiendo la distancia a una región donde se están formando estrellas.
Es la primera vez que se logra ver esa ‘tierra’ desconocida, doblándose a la vez la distancia más lejana que se había medido en la galaxia.
Esa medición es básica para entender la estructura de la Vía Láctea, una galaxia espiral, en la que la mayoría del material que la conforma consiste en estrellas, gas y polvo que yacen en un disco aplanado en el cual está nuestro Sistema Solar.
Como no podemos ver la galaxia de frente, incluyendo sus brazos espirales, solo se puede hacer su mapa midiendo distancias a objetos en otros puntos.
Así, los astrónomos usaron una técnica, paralaje trigonométrico, que uso en 1838 Friedrich Wilhelm Bessel para medir la distancia a la estrella 61 Cygni en la constelación del Cisne. Con la técnica se mide el cambio aparente en la posición en el cielo de un objeto visto desde sitios opuestos de la Tierra en su órbita alrededor del Sol. Ese efecto se demuestra colocando un dedo delante de nuestra nariz y alternadamente cerrar un ojo, con lo cual el dedo parece cambiar de posición.
Midiendo el ángulo del cambio aparente de un objeto permite a los astrónomos calcular mediante trigonometría la distancia a ese cuerpo.
Con el Very Large Baseline Array, un sistema de 10 radiotelescopios en Socorro, Nuevo México, Estados Unidos, se hicieron observaciones en 2014 y 2015 midiendo una distancia de más de 66.000 años luz a la región de formación estelar G007.47+00.05 en el lado opuesto de nuestra galaxia, mucho más allá del centro, del cual estamos a 27.000 años luz. El récord previo de una medida por paralaje era de 36.000 años luz.
“La mayoría de las estrellas y del gas en nuestra galaxia está dentro de esta distancia medida desde el Sol. Con el VLBA tenemos ahora la capacidad de medir suficientes distancias para trazar los brazos espirales y conocer sus formas”, explicó Alberto Sanna, astrónomo del Max Planck Institute for Radio Astronomy en Alemania.
La región observada incluye áreas donde las moléculas de agua y metanol actúan como amplificadoras de radio señales (masers, el equivalente en ondas de radio a los láseres en las ondas de luz). Ese efecto torna las señales de radio brillantes, fácilmente observables con radiotelescopios.
En la Vía Láctea hay cientos de regiones similares de formación estelar que incluyen masers. “Entonces tenemos una cantidad de postas para usar en nuestro proyecto de mapeo. Pero lo que hicimos es especial: mirar a través de la Via Láctea y pasar el centro hasta el otro lado”, expresó otro de los involucrados en el trabajo, Karl Menten.
Se espera que en 10 años se tenga un mapa completo de nuestra galaxia.
Fuente: ElColombiano.com
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