Agua y sol carcomen recipiente donde se batieron los huevos del Guiness Record de Soacha

Con gran expectativa y ruido, el pasado 11 de octubre se
anunció que Soacha rompería otro Guiness
Record
al preparar 60 mil huevos en una gigantesca paila hecha sólo para
ese memorable momento. Sin embargo hoy el recipiente es vergüenza municipal
porque está a la intemperie, lleno de óxido y mostrando un aspecto de abandono.

El gigantesco recipiente fue dejado en el parque principal de Soacha una vez se
utilizó para cumplir el objetivo de preparar la tortilla y batir el  Guiness Record. No obstante, los días pasaron
y el óxido comenzó a confundirse con la “pega” de los 60 mil huevos  que deleitaron
el paladar de cientos de personas que ese 11 de octubre hicieron fila para
recibir una porción.

Cuentan que los organizadores del certamen, la Federación Nacional de Avicultores FENAVI,
donó el recipiente al municipio. Ese día fue dejado en el parque principal de Soacha,
detrás de las casetas de las almojábanas y es la hora que nadie lo recoge.  

Así se ve el fondo del recipiente que permanece en el parque principal

El problema es que debido a la lluvia y el sol, y por el
material que fue hecho, el óxido lo
invadió
y se combinó con los restos de huevo que  le dan mal aspecto y desdibujan el evento que
fue noticia nacional.

“De solo ver esa paila y pensar que la gente comió huevo
preparado ahí, la verdad uno no piensa nada bueno. Deberían quitarlo o
regalárselo a alguien”, dijo María Paulina Sarmiento, residente en la comuna
dos.

Las propietarias de las casetas
de almojábanas
también se refirieron al tema y manifestaron que el
recipiente se convirtió en un estorbo para la gente, afectando la imagen del
municipio. Algunas de ellas aseguraron que los vendedores que se ubican frente
a la Alcaldía lo cogieron de baño
público.

El 30 de octubre pasado,  el ciudadano Jhon Henry Castro Lotero interpuso  un derecho de petición ante la Alcaldía Municipal
 para que las autoridades retiren el
recipiente, argumentando que dicho elemento obstaculiza la libre movilización,  afecta el desarrollo económico de las
propietarias de las casetas de almojábanas y atenta contra la salud de las
personas
porque el agua empozada origina mosquitos y bacterias.

La petición  fue contestada en cabeza del director de Cultura, Héctor Peñaloza, quien asegura en el escrito que la “paila” será retirada entre los días 26  y 27 de noviembre de 2019.

A raíz de la denuncia, la Dirección de Cultura emitió el siguiente texto:

“La paila oficialmente no se ha donado; se le entregará  a la Fundación Gratitud para montar un jardín.
Las estufas serán donadas al Sena como reconocimiento al trabajo en los Guinnes
Records.

La paila no se ha podido levantar porque  hasta el día de ayer lo autorizó el Ministerio
de Agricultura, por lo tanto la remoción era imposible debido a que se requiere
contratar cuatro montacargas,  de mínimo 6
toneladas cada uno; a ello se suma la contratación de una cama baja. El valor
oscila en 4 millones de pesos.  

La administración Municipal, a través de la Dirección de
Cultura, desde el día 12 de octubre ha estado al frente del tema buscando
acelerar la retirada de la estufa y la 
paila. Sabemos los inconvenientes de salubridad que maneja y la
afectación con las señoras de las almojábanas.

Ayer la Fundación Gratitud, Fenavi estuvo en el parque ya
oficializado la salida de este elemento”.

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