Por lo pronto, el espacio público en Soacha debería ser un acuerdo

Las cifras sobre el desempleo no se pueden debatir. Cambiarán según la fuente, pero no cambia la realidad. Mientras tanto, los vendedores en las calles deben buscar un lugar en donde captar la atención del peatón y los peatones intentamos buscar un lugar entre el laberinto para circular.


Está clarísimo que las opciones son mínimas y las políticas sobre el tema no existen (de pronto en el papel que lo aguanta todo pero en la práctica no tenemos nada) y que la única opción es la calle como espacio vital. También es de señalar que para algunos la calle es un gran negocio, aprovechándose de la necesidad de otros. Sin embargo, ante la situación palpable, únicamente queda una opción: el espacio público debería ser un acuerdo.

Sobre la 13 ya no se puede caminar (…y ojalá no se tenga la mala fortuna de tropezar, tumbar o desordenar algunos de los productos). Entonces apelando al sentido común que es el menos común de los sentidos, por lo menos se debería establecer espacios mínimos para colocar las mercancías, implantar límites claros visibles acordados para que sean respetados, que permitan que las personas transiten y los comerciantes trabajen sin que ambos nos “estorbemos”, definir responsabilidades y lugares para ubicar la basura que genera la actividad y sobre todo comprender que el espacio público (independiente de las situación de cada uno), “no es de nadie, es de todos”; hace parte de nuestro significado de ciudad, de oportunidad: si las calles son las venas de la ciudad, el espacio público son las arterias de la ciudadanía.

Hay que ceder y conceder para establecer pactos y compromisos pero sobretodo es necesario que alguien en la Alcaldía lidere este proceso con autoridad, con determinación y con credibilidad (sin “licitaciones” para que sea pronto, no es necesario contratar firmas extranjeras ni asesores académicos, simplemente establecer una mesa a la luz de la ciudadanía y firmar compromisos de ciudad). No es justo que menos del 20% del ancho de la calle 13 sea para que el ciudadano transite. No se trata de desalojar a nadie, es más fácil reacomodarnos. (50/ 50 ¿¿¿sí???)

La situación social no va a cambiar, pero entre todos podemos ordenar el territorio de la mejor manera; los espacios, las opciones, dándole un nuevo significado a la palabra “acuerdo”. Es la única opción, si no, seguiremos batallando cada centímetro, ampliando los niveles de intransigencia e intolerancia de lado y lado y haciendo menos llevadera la convivencia. Que ellos vendan, que nosotros compremos y que la calle fluya para todas y para todos.

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