2012
Nunca antes en la historia una fecha ha sido tan significativa para tantas culturas, religiones, científicos y gobiernos. 2012 es una aventura épica sobre un cataclismo global que trae el fin del mundo y cuenta la lucha heroica de los sobrevivientes.
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Siglos atrás, los Mayas nos dejaron su calendario con una clara fecha de terminación y todo lo que ésta implica. Desde entonces, los astrólogos han descubierto esto, los numerólogos han encontrado patrones que predicen esto, los geólogos dicen que la tierra está agotada para esto e incluso los científicos gubernamentales no pueden negar que un cataclismo de proporciones épicas espera a la Tierra en 2012. Una profecía que se inició con los Mayas ahora ha sido bien documentada, analizada, separada y examinada. Para 2012, sabremos que fuimos advertidos.
La idea de 2012 se le ocurrió primero al Escritor/Productor/Compositor Harald Kloser, con guionista de Roland Emmerich. “Cada civilización en la Tierra tiene un mito de inundación”, afirma Kloser. “Las cosas van mal, la sociedad ya no está funcionando para nada y el planeta debe iniciar de nuevo. Algunas personas reciben una segunda oportunidad de iniciar una nueva cultura, una nueva sociedad, una nueva civilización”.
La idea cristalizó a medida que Kloser y Emmerich descubrieron un gancho atractivo sobre el cual colgar su historia de inundación contemporánea. El Calendario Maya está configurado para llegar al término de su 13avo ciclo el 21 de diciembre de 2012 y nada ocurre después de esa fecha. Esto, por supuesto, plantea la pregunta, si el calendario no continúa ¿qué sigue? “Encontrarás a millones de personas, de todas las trayectorias de vida, quienes creen que en 2012 habrá algún tipo de cambio en la sociedad, o un cambio en el espíritu”, dice Kloser. El alcance y variedad de estas teorías inspiraron a Emmerich y Kloser cuando empezaron a escribir su libreto.
La clave para el director, quien es bien conocido por éxitos taquilleros tales como Independence Day y The Day After Tomorrow, sería encontrar una forma de separar 2012 de estos desastres épicos. “Entre más hablaba con Harald acerca de la historia, estaba más consciente de que esto es algo con lo que la gente se puede relacionar realmente. Contiene muchos elementos filosóficos y políticos que consideré adecuados para agregarlos al elemento de desastre.
2012 se filmó en Vancouver, Canadá, en un periodo de cinco meses. La producción utilizó más de 13 escenarios en cinco instalaciones distintas, además de un par de “escenarios” exteriores capaces de moverse que componían un enorme “piso tembloroso” completo con palmeras y una pantalla azul. Las áreas alrededor de Kamloops se usaron para simular el Parque Yellowstone y el Tibet, donde la compañía filmó durante una semana. La fotografía principal se completó en Los Ángeles con unas cuantas tomas exteriores.
El Supervisor de Efectos Especiales, Mike Vezina comenta que antes de que se pudieran filmar las tomas, antes de construir cualquier escenario, antes de planear cualquier doble, los realizadores debieron decidir cuáles secuencias se manejarían por computadora con efectos visuales y cuáles se crearían en la cámara utilizando efectos especiales. “Las líneas se describieron muy temprano en la preproducción”, afirma.
EL FIN DEL MUNDO COMO LO CONOCEMOS
¿Y qué ocurriría si el fin del mundo realmente estuviera cerca? ¿Qué le gustaría saber? ¿Qué haría? Kloser ya sabe su respuesta. “Yo haría exactamente lo que hace Jackson Curtis. Tomaría a mis hijos y los llevaría a un lugar seguro, de la mejor forma que pudiera”.
Oliver Platt dice, “Pienso que el cálculo era que si todos los sabían no habría forma de que el plan sobreviviera y entonces habría un completo caos. Sólo porque mi personaje crea que eso es correcto, no significa que yo piense así. Para que lo sepan. Todos nosotros pensamos que nos gustaría saber, pero si no puedes hacer nada al respecto, ¿desearías saberlo?”.
Chiwetel Ejiofor ha dedicado algún tiempo a considerar la cuestión. “Yo sostengo la opinión de que las personas deberían saber. Y las consecuencias de esto pueden ser enormes. Ésta es una de las complicaciones de la película, este tipo de duda en la cual no hay una respuesta fácil, no hay una respuesta fácil en esta película y no habría una respuesta fácil en la vida real“.
Cusack lo resume. “No estoy seguro. Es una pregunta interesante. ¿A quién llamarías, qué sería lo último que harías? Yo creo que me fumaría un cigarrillo. Dejé de fumar, pero si el mundo se va a terminar, podría fumarme un cigarrillo”.
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