‘No pueden crecer más’: Director de la CAR ante planes de ordenamiento territorial en la Sabana de Bogotá
La autoridad ambiental recalca que no es adecuado tratar de forma uniforme a los municipios de la Sabana, ya que cada uno enfrenta realidades ambientales distintas.
El director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros, reiteró que los municipios de la Sabana de Bogotá no pueden ser tratados de forma uniforme, debido a las distintas realidades ambientales que los caracterizan. Según señaló, es fundamental construir los lineamientos ambientales desde el territorio, con participación ciudadana y no desde visiones centralizadas.
Durante su intervención, Ballesteros hizo un nuevo llamado a la articulación entre el Ministerio de Ambiente, las autoridades ambientales, la Gobernación de Cundinamarca y los gobiernos locales, con el fin de avanzar de manera coordinada en un proceso que calificó como “participativo y colectivo”, en línea con lo establecido por el Acuerdo de Escazú.
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Dicho acuerdo internacional, firmado por Colombia, obliga al Estado a garantizar la participación pública en decisiones relacionadas con el ordenamiento ambiental y territorial.
“La planificación no puede seguir dependiendo de criterios políticos, sino de la realidad ambiental que enfrenta cada municipio”, subrayó Ballesteros, quien también advirtió sobre los límites que ya alcanzaron algunos territorios en términos de sostenibilidad. Mencionó, por ejemplo, la escasez de agua, la ausencia de infraestructura para el tratamiento de aguas residuales y los problemas persistentes en la gestión de residuos sólidos.
Desde hace varios meses, la CAR y el Ministerio de Ambiente han desarrollado cinco mesas de trabajo con equipos técnicos y jurídicos, con el objetivo de construir un marco normativo concertado que permita actualizar las reglas que orientan el desarrollo en la región.
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“Hay municipios que simplemente ya no tienen margen para seguir creciendo”, enfatizó Ballesteros, recordando que varios de ellos no han logrado actualizar sus esquemas de ordenamiento territorial en más de veinte años.
Pese a los desafíos, el director se mostró optimista respecto a la posibilidad de alcanzar consensos antes de finalizar el año, lo que permitiría avanzar en la modificación del Acuerdo 16 de 1998 y actualizar las determinantes ambientales aplicables a los planes de ordenamiento territorial. “Crecer sí, pero no así”, concluyó, remarcando la necesidad de avanzar con responsabilidad ambiental y una visión de largo plazo.
Foto: CAR Cundinamarca
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