En Cundinamarca rescatan serpientes altamente venenosas procedentes de dos países
Según expertos, se trata de especies altamente peligrosas que no solo representan un riesgo para la salud pública, sino también para el equilibrio de la naturaleza y otras especies locales.
Tres serpientes venenosas de origen exótico fueron incautadas por las autoridades colombianas en un operativo conjunto entre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Policía Nacional.
Según informaron las autoridades, los reptiles habían sido ingresados de forma ilegal al país y eran transportados en un bus intermunicipal procedente de Bogotá.
La acción se desarrolló en el municipio de Villeta, Cundinamarca, donde fue interceptado el vehículo que trasladaba a los animales.
Durante la inspección, se logró el rescate, pero también la captura de una persona señalada como responsable del tráfico de estas especies.
De acuerdo con la información proporcionada por la CAR, dos de los ejemplares son originarios de Costa Rica y presentan una coloración amarilla distintiva, mientras que el tercero, de tonalidad verde, proviene del continente africano.
Según expertos, se trata de especies altamente peligrosas que no solo representan un riesgo para la salud pública, sino también para el equilibrio de los ecosistemas locales.
El destino final de las serpientes era la ciudad de Medellín, donde, al parecer, habían sido negociadas de forma clandestina para ser tenidas como mascotas exóticas, a cambio de elevadas sumas de dinero.
“Como autoridad ambiental seguimos ejerciendo labores de control y vigilancia para proteger la fauna. Aunque estas serpientes no son propias de nuestros ecosistemas, es nuestro deber asegurar su manejo adecuado, de tal forma que no se ponga en riesgo el equilibrio de especies silvestres, pero defendiendo la supervivencia de estos animales que no pueden ser considerados mascotas bajo ninguna circunstancia”, declaró Ronald Prieto, director encargado de la Regional Gualivá de la CAR.
Los animales fueron trasladados por personal especializado a un serpentario, donde actualmente reciben atención médica y manejo técnico, conforme a su peligrosidad y requerimientos biológicos.
El tráfico ilegal de especies silvestres es considerado el tercer negocio ilícito más lucrativo a nivel mundial, después del narcotráfico y el comercio de armas, según datos de la Policía Nacional. Las autoridades reiteraron que esta actividad representa una grave amenaza para la biodiversidad y está penalizada por la legislación colombiana.
La CAR hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar este tipo de delitos ambientales y recordó que la fauna silvestre no debe ser tratada como mercancía ni como animal de compañía.
Fotos: CAR Cundinamarca