Ponen en cintura a los curtidores de cuero en Cundinamarca, ¿qué pasará con las curtiembres?

Tras la contundente pregunta del director de la CAR a los curtidores de cuero, si serían capaces de darles a beber a sus hijos un vaso del agua que sale de sus curtiembres, la situación cambió radicalmente.

La CAR ha venido presionando a los curtidores de cuero de Cundinamarca, especialmente del municipio de Villapinzón, para que avancen hacia la legalidad ambiental, optimicen el uso del agua, reduzcan la utilización de sustancias peligrosas y adopten buenas prácticas de producción más limpia.

Por lo anterior y luego de varios meses de diálogo, mesas técnicas y llamados de atención a los curtidores del municipio de Villapinzón, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR y la Alcaldía del municipio firmaron un convenio interadministrativo que marca un nuevo capítulo en la búsqueda de soluciones sostenibles a la contaminación que afecta la cuenca alta del río Bogotá.

El acuerdo suscrito tiene como objeto aunar esfuerzos técnicos y administrativos para implementar acciones que reduzcan el impacto ambiental generado por la actividad curtidora y promuevan prácticas sostenibles en esta zona del territorio.

Antecedentes del convenio que involucra a los curtidores de cuero en Cundinamarca

El convenio se firma después de que la CAR expresara públicamente hace dos semanas su inconformidad frente a la falta de compromiso de algunos industriales del cuero con los procesos de reconversión tecnológica y producción más limpia y al estado de calidad del río Bogotá en su cuenca alta.

En aquella ocasión, el director Alfred Ballesteros lanzó una contundente pregunta a los curtidores: “¿Serían capaces de darles a beber a sus hijos un vaso del agua que sale de sus curtiembres?”

Esta reflexión puso nuevamente sobre la mesa la urgencia de articular esfuerzos para reducir la carga contaminante que históricamente ha afectado el nacimiento del río Bogotá, ubicado en jurisdicción de Villapinzón.

Para el director de la CAR, este convenio es una respuesta concreta al llamado que hizo la entidad semanas atrás: “Pasamos de la preocupación a la acción. Hoy avanzamos en una solución técnica y colectiva que beneficiará no solo a Villapinzón, sino a todo el río Bogotá”.

Características del convenio

Tendrá una duración de dos años, fortalecerá la gestión ambiental, la sostenibilidad productiva y la transición tecnológica del sector curtiembre, a través de la consolidación del Centro Tecnológico del Cuero (CTC), ubicado en la vereda San Pedro del municipio de Villapinzón, en Cundinamarca.

En dicho centro se adelantarán actividades de formación, ensayo y transferencia tecnológica para el monitoreo y caracterización de vertimientos, control de calidad ambiental, aprovechamiento de residuos y adopción de tecnologías limpias.

“El Centro Tecnológico del Cuero se convierte en el corazón de este proceso. Queremos que sea un laboratorio de innovación y sostenibilidad, un aliado del gremio curtidor y un símbolo de transformación para Villapinzón”, destacó el director de la CAR.

Este nuevo convenio da cumplimiento a las órdenes del Consejo de Estado en la Sentencia del Río Bogotá (2014), que obliga a la CAR y al municipio de Villapinzón a promover la producción más limpia, cofinanciar obras de infraestructura ambiental y garantizar la reconversión tecnológica del sector curtiembre.

La alianza entre la CAR y la Alcaldía de Villapinzón, Cundinamarca, reafirma el principio de corresponsabilidad entre las entidades públicas, el sector productivo y la comunidad.

Foto: CAR – Gobernación de Cundinamarca

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