El jurista

Posted on 10 de mayo de 2013 by Periodismo Público

Si es que al jurista le asiste la razón y la lógica jurídica, está en mora de haber demandado penalmente a los organizadores de la marcha por la Paz, pues ese día el tráfico de Bogotá se colapsó totalmente. También debería demandar penalmente a los promotores y organizadores del reciente paro cafetero y el que por estos días adelantan los cultivadores de papa.

Si en nuestro municipio se llevara una juiciosa y completa estadística de los accidentes de tránsito que incluyen muertos y heridos a todo lo largo de la mal llamada “Autopista Sur”, las cifras seguramente con facilidad pasarían del millar.

Sin embargo, los comentarios hechos recientemente por el jurista Manuel Guillermo Suescún Basto a raíz de las protestas realizadas por la comunidad de la comuna uno y encabezada por el alcalde, el personero, el presidente del concejo municipal y otros miembros del mismo, parece ignorar las verdaderas y escandalosas cifras de mortalidad por esta causa en esta vía.

Lamentablemente las cifras solo están registradas en el dolor y la memoria de los familiares de los niños, niñas, jóvenes, ancianos, ciclistas y motociclista que han perdido la vida o en el mejor de los casos han quedado lisiados de por vida como consecuencia de la irresponsabilidad e imprudencia de quienes al frente de un volante se creen los dueños, no solo del vehículo que conducen, sino también de la vida ajena.

Si los familiares y dolientes todavía tuvieran la costumbre de erigir cruces a las orillas de tan siniestra avenida, se tendría la sensación al estar pasando por la “avenida” que no vamos por una calle sino por un concurrido cementerio.

Ha sido tal el número de víctimas que ha dejado la incursión del tráfico automotor por “La Variante” y en forma cada vez más creciente, más desorganizada, caótica y corrupta, que todo ello no ha sido suficiente para que ni el ministerio de obras, el departamento y mucho menos las administraciones locales asuman la responsabilidad que les corresponde, y eso incluye a los que estuvieron en la marcha.

Nuestro jurista de marras del mismo modo parece ignorar o desconocer no solo la trágica historia de la “Variante de la muerte “ y lo peor de todo, ignora que el Código Nacional de Tránsito establece que el flujo vehicular en zonas urbanas densamente pobladas debe reducirse a una velocidad prudente; ignora además el Doctor Suescún que las vías deben tener la señalización apropiada, necesaria y suficiente para prevenir accidentes, así como las autoridades del ramo deben ejercer diariamente el control de los límites de velocidad de los automotores. También nuestro amigo Suescún olvida que las autoridades de tránsito como las municipales y hasta las instituciones educativas deben educar al peatón mediante procesos de sensibilización y campañas de seguridad.

Pero lo peor de todo es que nuestro estimado jurista olvida que, con la excepción de los dos puentes peatones que construyó su jefe político (Calle 13 y San Mateo) en un acto excepcional de su gestión administrativa, nunca ningún gobierno tuvo el interés o al menos la preocupación de prever, planear y gestionar obras de este tiempo que le habrían ahorrado dolor y lágrimas a miles de compatriotas, muchos de los cuales quedaron lisiados de por vida y en el desamparo.

Causa sorpresa como decía atrás, que el jurista se haya dedicado a criticar la marcha de protesta que llevaron a cabo los residentes de Maiporé, concejales y hasta el alcalde mismo y sobre todo causa sorpresa que la haya pretendido criminalizar al manifestar que la obstrucción al tráfico vehicular está sancionada en el Código Penal, mientras guarda silencio frente a la apología que del criminal Carlos Castaño hiciera en días pasados su colega de profesión, el ex ministro Fernando Londoño Hoyos.

angelhumbertotarquino@yahoo.es