Proyectos comunales están truncados en los Balcanes
Un espacio deportivo para niños y jóvenes, y un salón comunal como espacio cerrado para que la comunidad realice reuniones, capacitaciones y encuentros entre los mismos habitantes, son las necesidades apremiantes de los residentes de este sector de la comuna cuatro. Sin embargo, la ilegalidad del barrio impide ejecutar estos proyectos.
Desde agosto de 1989, año en que se fundó el barrio Los Balcanes en la comuna cuatro, sus habitantes han ejercido una lucha por obtener el reconocimiento legal de la administración municipal. Sin embargo, a pesar de no haberlo conseguido por el momento, se tienen proyectadas algunas actividades en pro del mejoramiento de la convivencia entre residentes.
Hacer una cancha de microfútbol y la construcción del salón comunal del barrio son los principales proyectos de esta comunidad, ya que sus habitantes disponen de dos lotes baldíos que constituyen las zonas de cesión y son espacios que están sin utilizar, razón por la que algunas personas aprovechan y en ocasiones, sobretodo en la noche, consumen sustancias psicoactivas, incrementando la inseguridad.
La cancha
Los residentes de Balcanes no cuentan con un sitio donde puedan ir a realizar actividades deportivas ni recreativas, situación que motivó al presidente de la JAC Álvaro Botero, junto al delegado del comité de deportes, a presentar a inicios del mes de junio un proyecto al IMDRS (Instituto Municipal de Recreación y Deportes de Soacha) solicitando algunos recursos para la construcción del escenario deportivo. El Instituto quedó de realizar una visita al predio con el fin de efectuar algunos estudios y determinar las posibilidades de realización de la obra.
“Nos gustaría que a los costados de la cancha quedaran como unas gradas porque uno mira y ve la montaña ahí al lado del terreno, además eso nos ayudaría con el problema del alto riesgo, porque usted sabe que uno de los peros que coloca la Alcaldía para la legalización es el de las zonas de alto riesgo, en el proyecto que pasamos, construimos una maqueta y la mostramos para que se viera al menos como lo tenemos planeado. No queda una cancha con las medidas reglamentarias, pero al menos se tiene un espacio para el deporte”, explicó el líder comunal.
Y es que la cancha es un anhelo no sólo de las personas adultas, los niños que residen allí también desean que se construya el escenario para no tener que desplazarse hasta otros barrios, arriesgándose a que les suceda algo en el camino o durante su estancia en una zona donde seguramente no son conocidos y no hay nadie que esté pendiente de su seguridad:
“Queremos la cancha porque no tenemos donde jugar fútbol, tenemos que ir hasta por allá arriba a Casaloma, de aquí hasta allá nos demoramos de 15 a 20 minutos, o si no, tenemos que ir a la Acuarela, pasando la Autopista hacia abajo”, dijo Kevin Murcia, un niño que junto a su hermana menor debe realizar estos recorridos para disfrutar de un rato de actividad física. Para ir a Casaloma, muchas veces deben pasar por un potrero inmenso donde se han presentado atracos a los transeúntes y donde lo desolado del paraje hace que sea más fácil ser víctima de delincuentes.
Este terreno pertenece a la la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, y pesar de encontrarse encerrado en ladrillo, el líder comunitario manifestó que algunas personas tumbaron una parte del muro a lado y lado, desde ahí el paso se hace más fácil y más rápido, pero también aumenta el riesgo a ser presa fácil de aquellos que hacen de las suyas por esta zona.
La comunidad se encuentra dispuesta a colaborar con la mano de obra si es necesario para construir el parque, porque los padres de familia están interesados en que sus hijos tengan un lugar donde puedan disfrutar sin tener que estar tan preocupados como cuando van a lugares lejanos: “Nosotros podemos ayudar a colocar así sea una piedra para que los muchachos tengan a donde ir a jugar”, señaló Gerardo Rincón.
El salón comunal
Otro de los proyectos que plantea la comunidad es la construcción del salón comunal, debido a que las reuniones de la junta se realizan en plena vía pública, sin que exista un verdadero espacio de socialización de propuestas e inquietudes por parte de la comunidad, para ello también se tiene dispuesto un lote que se gestionó hace varios años, pero el mantenimiento del mismo no se ha podido realizar por falta de interés de algunas personas.
“Se ha querido gestionar por empresas, por ejemplo que donaran el cemento o los ladrillos, pero no se ha podido, hace poco llevamos una propuesta a Argos y estamos en espera también, el terreno lo tenemos destinado, faltan los recursos”, señaló nuevamente el líder comunal.
“Aquí uno de los problemas es que no hay iniciativa de la comunidad, siempre se tratan de hacer las cosas pero uno no sabe por qué se dejan así, por eso es que no se ve el progreso al barrio, por algo se puede comenzar, está el lote, pero siempre se espera que la junta haga todo, también hay que colaborarles”, indicó Clímaco Vanegas, residente del sector.
Para finalizar, este domingo se efectuará una reunión comunitaria donde se espera dialogar sobre los avances e impedimentos que se tienen para llevar a cabo estas iniciativas en el barrio. En dicha reunión, estarán los líderes comunales y delegados de Asojuntas, según lo expresó Botero.
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