El pasado y el presente del municipio de Suacha

Posted on 10 de noviembre de 2015 by Periodismo Público

Con este artículo se pretende dar a conocer un poco la realidad del presente de nuestro municipio. En Junio 16 de 2015 se publicó la primera entrega titulada, “El pasado de Soacha”.

Segunda entrega: El presente

Actualmente el municipio de Suacha sufre los estragos de estos cambios, la presencia de administraciones no muy exitosas y por ende el deterioro económico del municipio y el desarrollo un poco frenado. Este concepto de desarrollo se ve plasmado sólo en el papel, en los proyectos, planes y programas de desarrollo económico, social, cultural y tecnológico, que alcalde tras alcalde y sus gabinetes de gobierno redactan, motivan a la población y guardan en los archivos del municipio sin efectuar en su totalidad. Es así como el pequeño lapsus de Estado de bienestar que gozó el municipio se vio eclipsado, además, por la repercusión de las políticas neoliberales y la descentralización de las funciones del estado, generando a su paso el retorno de la pobreza, el desempleo, el subempleo, la desindustrialización paulatina y la inseguridad social.

Por otro lado, es necesario comprender el crecimiento de Suacha, en términos de población y territorio y las fluctuaciones que ha manifestado al respecto. El municipio, desde el último cuarto de siglo XX hasta hoy en día ha presentado grandes transformaciones territoriales, a razón de la presencia industrial en la zona, la llegada de la población desplazada por el conflicto armado y su reasentamiento, la galopante conurbación con la ciudad de Bogotá, por un lado, y por el otro la separación de algunos corregimientos y su conversión en nuevos municipios. Estas problemáticas han afectado seriamente al municipio en diversas maneras, entre ellas el establecimiento de las diferentes industrias sobre el municipio y zonas cercanas que conllevaron a la ampliación de su jurisdicción y por ende de su territorio, además de la creciente oferta de empleo que condujo al acogimiento y establecimiento de personas provenientes de otras ciudades o municipios.

Al ser Suacha la puerta a la ciudad de Bogotá, se convirtió en el espacio perfecto para que miles de desplazados por el conflicto armado se asentaran y construyeran barrios de invasión en zonas de alto riesgo en el cordón montañoso que rodea al municipio en la zona oriental. De igual manera, el crecimiento poblacional condujo a la creación de proyectos de vivienda que suplieran dicho crecimiento y su demanda.
Por ello, los pocos kilómetros que separaban a Suacha de Bogotá fueron desapareciendo año tras año con la construcción de nuevos conjuntos residenciales, nuevos barrios, llegando a invisibilizar los límites jurisdiccionales y territoriales de ambas partes. De ahí que los proyectos de unir a Suacha a Bogotá como otra localidad más se han puesto sobre la mesa, pero se han evidenciado inviables y poco convenientes para el municipio en sí. La llegada del Transmilenio, por lo tanto, se establece como una forma de trazar lazos entre ambas ciudades, tratando de suplir la falta de empleo de uno y la falta de residencia del otro.

En cuanto a la separación de corregimientos, cabe mencionar que el municipio de Suacha actualmente cuenta con 6 comunas y dos corregimientos (El Charquito y Hungría). Anteriormente, el municipio contaba con tres corregimientos, entre los que estaba el actual municipio de Granada, el cual se separó jurisdiccional y territorialmente, estableciendo su independencia de Suacha durante la gobernación de Leonor Serrano de Camargo.

Teniendo en cuenta el crecimiento del comercio informal y poblacional del municipio durante las últimas décadas, es posible evidenciar el deterioro ambiental al que se ha visto sometida la Suacha actual. La contaminación provocada por las diferentes industrias establecidas en la zona incidió en pequeña escala en la modificación del clima y la variación de temperatura del municipio. Las variaciones en los ciclos climáticos como las temporadas de sequía y de lluvia se han desordenado e incrementado el poder de cada uno, además las condiciones han cambiado casi de manera radical, viéndose afectados en gran medida los barrios ubicados en las zonas de alto riesgo como los son los asentamientos de desplazados de los cerros orientales, ocasionados por los constantes deslizamientos de tierra. De igual manera, las inundaciones por los desbordamientos de los ríos y quebradas, la escasez de agua, no sólo en estas zonas sino en las de la parte plana, evidencian la ineficiencia de las empresas de alcantarillado y agua por solventar esta situación, y el aumento de enfermedades que complican el saneamiento público de Suacha.

Otro aspecto que manifiesta gran preocupación ambiental es la sobreexplotación desmesurada de las empresas legales e ilegales de minería. Es sabido que los cerros que rodean al municipio son su recurso más valioso y es en este sector donde se establece la mayor explotación de arena, arcilla, piedra y otros elementos requeridos para la construcción. La mayor parte del producto obtenido es consumido por la ciudad de Bogotá, que en su constante modernización de las mallas viales y peatonales, demanda constantemente la extracción del recurso. Ni la CAR ni las administraciones municipales han ejercido la autoridad para parar un poco estas explotaciones de minería ilegal que tanto han afectado la salud de nuestros habitantes y destrucción de la malla vial por su transporte pesado que utilizan.

En conclusión, a pesar del panorama que ha presentado el Municipio de Suacha en las últimas décadas, se vislumbra un mejor futuro a pesar de la galopante conurbación; ya se encuentran en desarrollo algunos proyectos que le traerían a Suacha nuevas oportunidades de modernización, siempre y cuando las nuevas administraciones asuman el compromiso de ejecutarlos. A propósito de las nuevas administraciones de Suacha,es necesario que el nuevo Gobernante tenga toda la sabiduría para conformar un buen gabinete (Ojalá con hijos de Suacha) de personas probas que contribuyan a radicar los brotes de corrupción, clientelismo, y gamonalismo que tanto ha afectado a suacha.

“Y si me preguntaran en qué se debería invertir más en Suacha, yo opinaría que en: Educacion, educación, y educación”.