Conozca cinco champagnes para fin de año
Para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo la champagne se ha convertido en un elemento principal de la mesa y que acompaña de manera ejemplar cualquier celebración.
Con más de 5.000 etiquetas, hay champagnes para todos los gustos. Acorde a las manías, y afinidad con las distintas “tribus” sociales, las siguientes descripciones le ayudarán a definir cuál es el que más se acerca a sus preferencias.
Champagne Cuvée William Deutz 1999
Establecida en Aÿ desde el año 1838, la casa Deutz reivindica el clasicismo mejor entendido, fundamentado en la concienzuda interpretación de la tradición champenoise y un profundo conocimiento del terruño y todas sus variedades. Todo ello se revela con nitidez en esta cuvée que rinde homenaje al fundador de la compañía.
Dom Pérignon Michael Riedel
La más célebre entre las cuvées de prestige es sensible a las expresiones del arte de vanguardia. Cada año presenta una edición especial de su último Vintage. La más reciente lleva la firma del alemán Michael Riedel, cuya obra sintoniza con la concepción del champagne porque pone el foco en la magia de las transformaciones.
Franck Pascal Harmonie extra brut
Franck Pascal, desde 2000 trabaja su viñedo en el valle del Marne con métodos bio, prescindiendo de herbicidas, pesticidas y levaduras exógenas para poner en relieve los rasgos propios del terroir. Para brindar por la salud del planeta, qué mejor que este singular blanc de noirs (blanco de uvas tintas), seco y auténtico de su estilo.
Krug Grande Cuvée. Champagne Krug
La sola mención del monosílabo de resonancia alemana dispara los sueños de los hedonistas más exquisitos. Krug encarna la aristocracia del champagne, resumiendo los fundamentos de un vino de ciencia y arte: calidad en las vendimias, vinificación en barricas de roble y magistral ejercicio del assemblage. Todo esto en la Cuvée.
Taittinger Nocturne, Champagne Taittinger
Enfundado en una etiqueta estrellada, es especialmente seco, brillante y equilibrado. Un aliado para los que mantienen la fidelidad a las burbujas más allá del brindis de ocasión: los jinetes nocturnos de la efervescencia que comulgan con esta bebida sin mirar el reloj, pues saben que su disfrute no se rige por horarios.
Fuente: Larepublica.co
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