¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
Hace poco terminé de leer el libro de Levitt y Dubner Cuándo robar un banco y me detuve con especial atención en uno de los capítulos finales. En él se narraba la historia de un joven que había recibido un sabio consejo de un barbero que solía llevarlo al lago para enseñarle a pescar. El joven, que nunca había pescado nada, empezó a entusiasmarse cuando comenzó a pescar pececitos. Pescaba, pero peces pequeños.
u asombro fue mayor cuando vio que el barbero que le había enseñado a pescar no demostraba demasiado entusiasmo o alegría con los pececillos que pescaba su discípulo. Incluso le dijo: “Estamos perdiendo el tiempo. Vamos a otro lago. Vamos a pescar un pez de verdad”. El joven, enojado, le respondió que ya estaban pescando peces de verdad.
Pero el barbero, experimentado, le respondió a manera de consejo: “si pasas todo el tiempo pescando pececitos, no tendrás tiempo –o no desarrollarás la técnica o la paciencia—para pescar peces gordos”.
Esa anécdota contada por los célebres autores de Freakonomics me llevó a preguntarles a varios amigos cuál era el mejor consejo que les habían dado en su vida. Y las respuestas resultaron interesantes y divertidas, aunque cargadas de verdad y de sabiduría.
Les pregunté a abogados, contadores, administradores, publicistas, hombres o mujeres, de diversas edades, incluso a una sabia señora que presta sus servicios para las tareas domésticas. Y sus respuestas me encantaron.
Veamos:
1.-Procure que sus palabras sean dulces y suaves, por si algún día tiene que tragárselas.
2.-Limpie ahí mismo lo que ensucie. Así no acumulará porquerías.
3.-Acuéstese siempre con la conciencia tranquila.
4.-No se deje arrinconar. El que la arrincona, se la come.
5.-Deje todo en manos de Dios y hágale caso al corazón.
6.-No crea todo lo que oye, no diga todo lo que sabe, no gaste todo lo que tiene.
7.-Deje así.
8.-No se quede quieto. No se duerma en los laureles. Las aguas, por más puras que sean, cuando se estancan se pudren.
9.-Si le cuenta un secreto al primero que dice ser su amigo lo convertirá en su verdugo.
10.-Si huele que lo van a echar, vaya recogiendo. Que nunca lo vean salir con la caja en la mano.
A veces los mejores consejos suelen ser los más simples, y ahora que estamos comenzando el año, puede resultar motivador para alguno leer lo que a otros les han dicho. Escogí solo diez, por cuestiones de espacio y de tiempo. Pero agradezco a todos los que me respondieron y seguro que en otra oportunidad mencionaré sus consejos. Eso sí, les aseguro que los voy a poner en práctica.
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