Opinión de un ciudadano
Se atribuye al filosofo francés Voltaire la frase “El sentido común no es nada común.” El sentido común es definido como “La facultad o sentido interno que nos permite relacionar las sensaciones procedentes de sentidos diversos y pasadas con presentes hasta constituir el objeto sensible o unidad perceptiva (http://www.glosario.net/), o en términos más coloquiales, preferimos puntualizar el sentido común como una función que nos acompaña por el hecho de vivir en sociedad.
Basado en ello consideramos que una etapa importante de todo proceso de obra es la de planear, esta acción acompaña al ejecutor de una obra cualquiera, desde el inicio de las acciones preliminares hasta el final del proceso, con ello se busca armonizar todas las operaciones y entre otras optimizar la inversión de los recursos involucrados en determinada obra.
Por supuesto es muy similar este concepto general en la planeación de la contratación pública, así que podemos afirmar como indispensable la planeación de la inversión del dinero público y en ese contexto son necesarios verdaderos estudios previos, independientemente del proceso de selección del contratista, tal regla la establecen la ley 80 de 1993, la ley 1150 de 2007, el decreto 2474 de 2008, entre otras normas.
Pues bien, esta averiguación tan primaria e importante, aparentemente no acompaña ciertas decisiones en las que se ve involucrado el dinero de nosotros los contribuyentes, pues no de otra manera podríamos explicar cómo se invierten 181 millones de pesos en los “estudios”, suministro e instalación de señalización de transito en zonas prioritarias del casco urbano del Municipio de Soacha (Cundinamarca), previstos en el contrato 418 de 2009, pues como estamos viendo tales trabajos se están llevando a cabo sobre algunas vías del municipio, que en esta vigencia de 2009 y por hechos de la planeación que así desarrollada cuando menos merece este reproche, se sabe próximamente serán intervenidas, como es el caso de la carrera 8 entre calles 15 y 19 del centro de Soacha, que al igual que otras vías van a ser intervenidas y hoy sin embargo están en proceso de señalización, luego mañana bien por reconstrucción o por rehabilitación se prevé así la inevitable perdida de la inversión.
Por lo tanto se hace este llamado ciudadano, que consideramos oportuno, para que no se produzca detrimento al erario público y que dentro del marco legal y en ejercicio de los mecanismos de la contratación pública, se suspenda la ejecución de esta obra pública en aquellas vías en las que la acción comentada sea poco útil a largo plazo, es decir aquellas vías que no van a ser definitivamente intervenidas o afectadas por el bloque de construcciones y/o rehabilitaciones anunciados en contratos tales como el N° 602 de 2009 y que al final nos permitan contar con verdaderas vías demarcadas y señalizadas en lo horizontal como en lo vertical, y no por el contrario, viendo como hasta ahora, una señalización sobre vías que en verdad están deterioradas y que en su orden reclaman su urgente rehabilitación y luego si su adecuada señalización.
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