Se proyecta que colombianos cambien contador de la luz

Dentro de ocho años, el 95 por ciento de los usuarios del servicio de energía eléctrica del país, un poco más de 11 millones incluyendo los que están en zonas por fuera del Sistema Interconectado Nacional (SIN), deberán tener instalado un sistema de medición avanzado.


Un proyecto de resolución del Ministerio de Minas y Energía, que está en fase de comentarios ante el mercado, define la Infraestructura de Medición Avanzada (AMI, por su sigla en inglés) como aquella que permite la comunicación bidireccional entre usuarios y distribuidores.

Así, el país iniciará en firme el camino para implementar redes inteligentes de energía, que no solo ayudarán a gestionar en tiempo real a cada usuario, sino que hacen posible la entrada de tecnologías de autogeneración, generación distribuida y de los vehículos eléctricos.

De acuerdo con el documento, estas nuevas tecnologías harán que no sea necesario enviar cada mes a un técnico a leer el contador, pues los datos de consumo se tomarán de forma remota. Además, se podrá desconectar, conectar y limitar el suministro al usuario, así como facilitar la prevención y detección de fraudes.

Pero además de los beneficios de control, el nuevo modelo implicará cambios importantes que favorecerán el bolsillo de los consumidores, en especial de aquellos que, como las empresas e industrias, tienen altos consumos.

El viceministro de Energía, Alonso Cardona, explica que la medición avanzada es parte de la transición que se requiere para empoderar a los usuarios, de modo que tomen decisiones razonadas, y que obtengan mayores beneficios en precio, calidad y servicio frente a los que actualmente reciben.

Mejor tarifa y competencia

El documento señala que la AMI permitirá la implementación de canastas de tarifas de energía, con lo cual en las horas de más bajo consumo el precio de cada kilovatio será diferente al de los horarios pico.

José Camilo Manzur, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), sostiene que este cambio implicará, por ejemplo, que el usuario pueda comprarle energía en las noches a un comercializador y en el día a otro, lo que redundará en una mayor competencia y en precios más favorables.

Pero Manzur agrega que para ello deben existir señales regulatorias que permitan el desarrollo óptimo del cambio.

Además, la nueva infraestructura que tendrá el mercado para el año 2025 permitirá tener un mayor control de la calidad del servicio, ya que en un ‘software’ quedarán registradas todas las interrupciones del suministro, al tiempo que será posible un mayor desarrollo de los sistemas de prepago, como los que ya funcionan en algunas zonas de Medellín. Según Empresas Públicas de Medellín, a la fecha están inscritos a este esquema 243.000 usuarios.

Fuente: Eltiempo.com

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