El “contentillo” que la nación y el departamento le dieron a Soacha en materia de movilidad

Con la presentación oficial del cronograma de construcción
de las fases II y III de Transmilenio en Soacha y la entrega del corredor
férreo al departamento, quedó demostrado que los residentes del municipio deben
olvidarse del Regiotram o tren ligero. Mientras que hacia Sabana Occidente se construirá
un tren estilo Europa, en Soacha se insiste en un sistema que ya colapsó.

Desde que el gobernador Jorge Rey empezó su mandato, fue claro en que el Regiotram de Occidente quedaría contratado en su gobierno, y como van las cosas, así va ser. Pero lo que la gente olvidó es que el mismo mandatario hizo su campaña haciendo alusión a que “estaba mamado del trancón en Soacha”, y  habló dentro de sus planes apostarle a un tren ligero o Regiotram hacia este municipio. Sin embargo todo el esfuerzo y presupuesto se fueron para Mosquera, Funza, Faca y Madrid.

Un aspecto que empezó a borrar las posibilidades de que Soacha tuviera un tren ligero fue haber construido la troncal de Transmilenio sobre la carrilera del tren, y nadie en la época dijo nada. Pero lo grave es que ahora piensan hacer las troncales de fases II y III sobre parte del corredor férreo que se prolonga desde la calle 22 hasta El Vínculo, cerca de Chuzacá.

“El alcalde y nosotros como ciudadanos deberíamos oponernos a que sigan desapareciendo la
carrilera del tren. Además Transmilenio ya es un sistema obsoleto y se debe pensar en un metro o tren”, sostuvo
Daniel Salazar, usuario del transporte y residente en Compartir.

La diferencia entre los dos sistemas se nota a simple vista. Mientras que para las dos fases de
Transmilenio Soacha se habla de unos 800
mil millones
de pesos, incluidos sobre costos, en el Regiotram se maneja una
cifra parcial de 2 billones, pero
expertos hablan que el proyecto puede costar entre 6 y 8 billones de pesos.

En materia ambiental,
el Regiotram será 100% eléctrico y  contará con 39.6 kilómetros de vía férrea, de
los cuales 14.7 km estarán  en zona
urbana de Bogotá y contemplará la construcción de 17 estaciones, ocho ubicadas
en los municipios de Sabana Occidente. Se estima que el sistema movilice cerca
de 115.00 pasajeros al día, en un recorrido que irá desde el municipio de
Facatativá hasta el centro de la capital, y tardará en promedio 48 minutos.

Por el contrario, Transmilenio combinará  diésel y
gas natural
, contará con una longitud de 3,9 kilómetros, cuatro estaciones
sencillas, una estación intermedia con seis plataformas troncales y nueve de
alimentación, un patio taller de 120.000 metros cuadrados con capacidad para
135 buses biarticulados y 157 articulados, cuatro puentes peatonales, andenes
con ciclorruta en uno de los costados, tres carriles por sentido en calzadas
mixtas y cuatro intersecciones a desnivel. Aun así, no se puede comparar con el
Regiotram.

Si bien las fases II y III de  Transmilenio mejorarán la movilidad entre
Soacha y Bogotá, y descongestionarán la estación San Mateo, no es el sistema que el municipio  se merece por la cantidad de pasajeros día
que se desplaza  hacia y desde  la capital.

Además, el corredor del Regiotram será exclusivo para el sistema, mientras que “la troncal de Transmilenio
es invadida por los carros particulares
cuando las autoridades se les antoja permitirlo. El hecho de ser una vía pavimentada
o en concreto, permite que puedan hacerlo, mientras que en el caso del
Regiotram, no”, finalizó César Alvarado, experto en Movilidad.

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