Vecinos de un barrio de Soacha elaboran estrategia de seguridad
Un ejercicio solidario fue el
que se hizo a principio de este año en el barrio Camilo Torres de la comuna 2
de Soacha. Por iniciativa de la misma comunidad se instalaron cerca de 30 cámaras de seguridad y vigilancia, con el
fin de bajar la tasa de delincuencia en la zona.
Con recursos propios y mano
de obra de la comunidad del barrio Camilo
Torres I sector, se instalaron 30 dispositivos de vídeo a lo largo y ancho
de 5 cuadras y 140 casas, con el fin de monitorear
de forma organizada los movimientos de personas extrañas. La iniciativa
vincula a los habitantes del barrio, ellos deben cumplir unos requisitos para
conformar los diferentes frentes de seguridad; a estas personas se les hace un estudio
de vecindario para descartar que no sean de otro lugar.
Las 30 cámaras están instaladas en lugares estratégicos de cada cuadra y
puente, los usuarios que hacen parte del chequeo de estos dispositivos descargan una aplicación en sus
celulares que les permite hacer la acción de seguimiento; lo importante del tema es que los vecinos del Camilo Torres desde cualquier lugar del
mundo tienen acceso a este vínculo y pueden saber quiénes están al pie de sus
viviendas.
La idea surge a raíz de la
inseguridad del sector; el presidente de la JAC dice que él hizo el proyecto piloto en su
predio y eso sirvió para recolectar evidencias que posteriormente se direccionaron
a los medios de comunicación para hacerlo público.
“Llevamos más de seis años luchando con ese problema,
era difícil porque la inconsistencia en atracos era terrible, aquí fue la
primera labor de patrullaje con vecinos; en el 2014 salieron 70 ciudadanos a hacer patrullajes en
horas de la madruga y fueron tan favorables los resultados que la policía lo
desarrolló en otros lados”, aseguró Adán Hernández, presidente de la JAC del Camilo
Torres primer sector.
El logro en el tema de precaución es una forma
de incentivar a los vecinos, organizándolos de manera comunitaria. No solo es
usar cámaras, pues es un trabajo en
equipo ya que el llamado de un
residente incluye el envío de fotos,
videos y direcciones por los distintos grupos de WhatsApp donde está vinculada
la policía, y esta tiene de primera mano el reporte, además los afectados se
unen y salen a las calles a capturar al
presunto ladrón para entregarlo a las autoridades.
“En el ejercicio de buscar
mecanismos de ayuda para dar una mejor percepción de seguridad, nos dimos cuenta que las cámaras puestas por la administración no servían. Uno porque estaban dañadas, y dos porque no hay la colaboración inmediata para
acceder a la información y continuar con procesos que favorezcan y permitan dar
fin al trabajo de las autoridades competentes, conduciendo esto a una total
impunidad”, dijo un habitante del barrio.
La tasa de peligrosidad en
la zona se ha reducido, los vecinos aseguran que los problemas de microtráfico
y sicariato han disminuido, además se habla de la captura de una banda que
operaba en Soacha. Aun así no se ha podido intervenir el tema de
tránsito, en las cámaras se observan en reiteradas ocasiones que la ciclovía
ha afectado la recogida y salida de los transeúntes del servicio de transporte
del municipio, y han existido víctimas de atropellos por parte de los ciclistas.
Por Yineth Camila Castillo
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