Campesinos de Usme manifiestan atropellos a su integridad, economía y cultura
Uno de los hallazgos arqueológicos más grandes del país, tradiciones y otros elementos culturales serán vulnerados al construir el proyecto urbanístico «Nuevo Usme»
El pasado 30 de diciembre el gobierno distrital emitió el Decreto 574/2010, que aprueba el Plan Parcial Hacienda El Carmen de Usme; 2.058 viviendas se construirán para beneficio, según Metrovivienda, de unas 8.000 personas. Este territorio agrícola alberga en su seno un gran hallazgo arqueológico con restos y huellas de la cultura Muisca prehispánica, patrimonio significativo que los campesinos descubrieron y piden proteger de la expansión urbana. La decisión del Distrito sumada al Plan Parcial Tres Quebradas y dos más contenidos en la Operación Estratégica «Nuevo Usme» afectan a centenares de campesinos del sector que han vivido de cultivar su tierra.
La zona rural de Usme es la puerta de ingreso al Sumapaz, páramo más grande del mundo de una gran riqueza ecosistemica e hídrica. Sus campesinos con trabajo y dedicación han dado una lucha sin precedentes por preservar su cultura, fortalecer la identidad rural, mantener la paz y defender su territorio de megaproyectos, de la minería y la expansión urbana. Sus habitantes enfrentan y denuncian un cúmulo de presiones, normas y abusos institucionales para despojarlos de su territorio. Las veredas afectadas serían, entre otras, La Requilina, El Uval, Los Soches, Agualinda Chiguaza, Corinto, El Pedregal y Usme Centro.
Esta región es referente de la Política Rural en Colombia, que en 2007 culminó con la aprobación del Decreto 327, que adoptó la Política Pública de Ruralidad para Bogotá D. C. y que, entre otros aspectos asegura para el campo y campesinos la garantía de sus derechos; mantener la riqueza escénica, biótica y cultural; garantizar el mantenimiento de oferta hídrica para conservar y fortalecer áreas y formas de vida rural y; el aprovechamiento sostenible de recursos naturales y servicios ambientales, base del desarrollo rural.
Los campesinos de Usme, adscritos a la Mesa de Patrimonio advierten que la normatividad distrital se ha convertido no en mecanismo para proteger al campesino y el patrimonio como estipula la Política Rural, sino en un “bombardeo” de normas y decretos para despojarlos de su territorio y vulnerar sus derechos, como expresaron varios de ellos, el pasado 14 de diciembre, en el debate de Control Político realizado en el Concejo de Bogotá, al que asistieron 30 campesinos.
Ellos y varios concejales denunciaron presión por parte del Distrito en la aprobación del Decreto 438/09, que adopta el Plan Tres Quebradas, próximo a iniciar obras urbanísticas; denunciaron violación a los derechos de las comunidades, falta de concertación, avalúo inicuo y congelación del precio de tierras; ejecución de obras sin licencia ambiental; presión en la expropiación de tierra sin cumplir la ley, cambio arbitrario de uso de suelo por los planes parciales y normas acomodadas para impedir a los campesinos participar del desarrollo de los planes parciales, entre otros atropellos que consideran mecanismos para despojarlos de su territorio; a ello se suman amenazas, presiones y abusos institucionales, especialmente por parte de funcionarios de Metrovivienda, señalan.
Prueba del abuso de autoridad, indican los campesinos, es la aprobación del Decreto 574 que adopta el Plan Hacienda El Carmen, también debatido en el Cabildo Distrital en diciembre; “a Metrovivienda no le importa pasar por encima de cualquier debate”, indicó Jaime Beltrán, un campesino afectado por la expansión urbanística. Es un abuso lo que pretende hacer Metrovivienda para expropiarnos de nuestras tierras, señalaron los campesinos.
Por su parte, Metrovivienda señala que del suelo destinado a la Operación Estratégica Nuevo Usme, 131,79 hectáreas, se destinan para el sistema hídrico (incluye corredores ecológicos de ronda) y para corredores ecológicos viales 36,51 h. La empresa argumenta que los cuerpos de agua no se verán afectados -enumera 16 rondas- y que las zonas de manejo y preservación ambiental se conservarán y respetarán en pro de mantener el equilibrio ecológico. Alega que el 50% de los habitantes que realizan actividades agrícolas no viven allí y no son campesinos, sino terratenientes o especuladores que se benefician económicamente a costa de la tierra y del campesino.
Señala de la operación estratégica existen al menos ocho barrios de origen informal legalizados por la Secretaría Distrital de Planeación desde 2007, “lo que indica que la zona es apetecida por loteadores piratas, para alojar personas de bajos recursos en muy malas condiciones”. Metrovivienda advierte que hay comunidades desplazadas sin ningún tipo de ayuda por parte de terratenientes, y (…) que por lo tanto una operación estratégica como Nuevo Usme busca evitar que las urbanizaciones piratas se expandan por la ruralidad de Usme, “situación que afectaría irremediablemente los campesinos, porque no garantizaría su continuidad en la zona, y menos aún con desarrollo de proyectos productivos en su beneficio”. Los campesinos sencillamente responden que Metrovivienda pretende posar como salvadora, pero que en realidad su propósito es despojarlos de sus tierras por “la vía legal” y que no conocen ningún productivo, ni siquiera en marcha, que se hayan beneficiado de él, como señala la entidad.
Fuente: todosatierra.com
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