Aumentan inconformidades por aplicación de la encuesta del Sisbén III en Soacha

Como desastrosas se pueden resumir las repercusiones que ha dejado hasta el momento este proceso en el municipio, que además de haber sido mal aplicado y tener un sinnúmero de inconsistencias, ha perjudicado a decenas de familias que se benefician de programas sociales del Estado como Familias en Acción y Atención al Adulto Mayor.


La principal queja de la ciudadanía y los usuarios afectados, es que en la mayoría de casos los puntajes aumentaron el doble e incluso el triple, a pesar de que las condiciones de la familia encuestada no variaron y lo ideal es que siguieran en la mínima clasificación que registraban hasta el momento de aplicar la Metodología III del Sisbén.

Entre las denuncias, se afirma que en varias situaciones los encuestadores de la Universidad Distrital (entidad contratada por la Administración Municipal para realizar la encuesta), se limitaron a rellenar el formulario sin verificar las condiciones y el estado real de las personas encuestadas, y que además lo único que interesaba era entregar determinado número de encuestas debido a que a estos se les pagaba por cada encuesta realizada sin importar que estuviera bien hecha o no.

“Queremos sentar un precedente colectivo a nivel de toda la comunidad, existen muchos casos con inconsistencias y se debe saber cómo se hizo esa encuesta del Sisbén III, porque nosotros no estamos de acuerdo con eso debido a los errores que se presentaron. Nos hemos visto muy afectados con ese proceso, parece que el Estado no quisiera que la gente acceda a sus servicios y sus programas y por ello exigimos que haya una nueva sisbenización en Soacha para que se puedan solucionar los perjuicios que nos han causado”, explicó Marina Aroca, habitante del barrio El Cardal.

“No se puede avanzar ni ir más adelante en la casa de uno, porque si el Sisbén se da cuenta y hace la encuesta, le dejan un puntaje más alto. Yo vivo en medio del barro y tengo que andar con botas a todo lado, en cuanto a la salud no me quieren atender porque tengo un nivel muy alto y se niegan a prestarme el servicio, soy estrato 1, pero el Sisbén dice que soy de estrato dos y eso me ha traído bastantes dificultades”, agregó Luis Alfredo Guerrero, habitante de la comuna tres:

“Soy Madre cabeza de familia, tengo seis hijos, mi esposo falleció y soy la única persona que ve por ellos. Me preocupan los errores que se presentaron en la encuesta del Sisbén, porque en la actualidad aparezco con casi 40 puntos, cuando lo normal era que me clasificaran en 5.3 aproximadamente. No entiendo cómo me pusieron ese puntaje, trabajo una vez a la semana, no sé de dónde sacaron esa cantidad de puntos con los que estoy al borde de perder las ayudas de Familias en Acción y las demás otorgadas por el Gobierno”, expresó Alba Luz Cutiva.

Ante las inconformidades de la comunidad, la Personería de Soacha intervino en el caso y tomó algunas medidas que se aplicarán conjuntamente con la Coordinadora del Sisbén en Soacha, Gloria Mancera. Dichas determinaciones consisten en dictar una serie de capacitaciones donde ambas entidades explicarán qué es la Metodología III, en cuanto al estudio y la aplicación, a fin de dar a conocer los casos en los que el puntaje puede aumentar o disminuir.

Adicionalmente se solicitará que se realice una nueva encuesta que permita corregir las anomalías presentadas en este proceso y conocer con certeza la clasificación de las personas afectadas. De otra parte se consultará con el Departamento Nacional de Planeación (DNP) para verificar la condición de empleabilidad, educación y salud de quienes ya fueron encuestados, así como también se individualizará cada caso por núcleo familiar y persona.

“Existe un problema de desinformación, la gente no sabe cómo verificar si el puntaje que le asignaron es el verdadero. Por otra parte, el personal de la Universidad Distrital que realizó las encuestas no sabía ni siquiera en dónde estaba parado y ni siquiera tuvieron en cuenta los aspectos más relevantes, por eso se presentaron esas inconsistencias, porque como les pagaba por cada formulario diligenciado sin importar si estaba bien hecha o no, ellos se limitaron a rellenar sin verificar cómo lo estaban haciendo”, concluyó Smith Ramírez.

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