Bicicletas que se robaron en Soacha y nunca aparecieron

Posted on 8 de octubre de 20209 de octubre de 2020 by Periodismo Público

¿Sirve marcar su bici? Es la pregunta que muchos se hacen y la respuesta que otro tanto quiere saber. Conozca casos de personas que marcaron su bicicleta, se la robaron y nunca apareció.

A propósito de la denominada “Marcatón de bicicletas” que la Alcaldía Municipal realiza en el mes de octubre, surgieron dudas sobre si vale la pena marcarlas o no.

Periodismo Público conoció personas que alguna vez mandaron marcar su bicicleta, se la robaron y jamás la recuperaron.

Omar Caicedo es un joven de 28 años que reside en Parque Campestre. Él cuenta que el año pasado participó en una “marcatón” liderada por la Policía y desde entonces creyó que su vehículo de dos ruedas estaba más seguro, sin embargo a mediados de marzo le robaron su “caballito de acero” en una calle de Bogotá.

“Ese día venía del trabajo como a las 8:00 p.m. pasando el frigorífico Guadalupe, estaba sola la vía y de un momento a otro aparecieron dos tipos, me empujaron, me fui al piso y me robaron la bicicleta”, narró la víctima.

Omar nunca encontró su bicicleta y ahora se desplaza en Transmilenio o colectivo.

Andrea Cedeño vive en San Mateo y cuenta algo similar. También tenía su bicicleta marcada, pero en julio pasado se le atravesó una persona en una cicloruta de Bogotá, perdió el equilibrio y al piso se fue. “Eso ocurrió a plena luz del día por la Primera de Mayo, me robaron mi bici y a pesar de poner el denuncio, jamás apareció”, dijo.

Ellos y otras personas a las que les han robado sus bicicletas dicen que de poco sirve marcarlas porque los ladrones se las roban, las desarman y casi de inmediato les borran la marca.

Sin embargo, las autoridades insisten en que si la bicicleta está marcada y es hurtada, es más fácil encontrarla, por eso este mes de octubre la Secretaría de Movilidad de Soacha desarrolla una marcatón, de 5:00 a.m., a 8:00 a.m., frente al cicloparqueadero de la estación intermedia de San Mateo.

Por Ricardo G.