Bogotá, ciudad para multimillonarios

La ciudad capital del país es catalogada como una de las más costosas de Latinoamérica, según un estudio reciente, por eso en varios lugares de Bogotá se tiene el lujo de vivir con «precios del primer mundo, pero salarios del tercero».


Muchos de nosotros nos escandalizamos con los altos precios que manejan ciudades como New York, París, Amsterdam, Dubai o Londres; pero lo que muy pocos alcanzamos a ver, es que no tenemos que tomar un avión y volar miles de kilómetros para experimentar lo que es vivir en medio de precios que convierten hasta un almuerzo en un bien suntuoso.

En los últimos años hemos podido ver como Bogotá se ha convertido en una ciudad que pareciera estar diseñada para multimillonarios y no para personas con la realidad salarial de nuestro país, pareciera que esta ciudad no ha entendido que el 85,7% de los colombianos viven con menos de dos salarios mínimos (ministerio de trabajo, 2013);
esta urbe estirada se muestra indiferente a la necesidad de sus millones de habitantes, una metrópoli que hoy por hoy es más costosa para vivir que ciudades como Ámsterdam, Toronto, Madrid, Bangkok o Luxemburg; una capital que nos presenta restaurantes en donde un plato cuesta más que el mercado para todo un mes. Y es que Bogotá, y el país en general, reportan el segundo lugar en el mundo en donde es más costoso comer una hamburguesa Big Mac. (The Economist, 2013). Parece increíble que es más económico comer en pleno centro de Manhattan que en algunos lugares de la Zona G o el Parque de la 93, pero tristemente eso hace parte de nuestra realidad.

Un panorama no muy distinto se puede apreciar con la finca raíz, en donde pareciera que los ciudadanos ganaran salarios parecidos a los devengados por los londinenses, parisinos o neoyorkinos, pero la verdad es que Colombia se encuentra deshonrosamente como uno de los 20 países en el mundo con salarios más bajos (Encuesta Merce 2012).
Tristemente no se queda atrás el tema de la canasta familiar, si comparamos 12 productos básicos del mercado, como leche, aceite, pasta, papel higiénico, carne, pan, etc., nos podemos sorprender ya que el bogotano gasta más del 35% de sus ingresos en productos básicos, con un salario mínimo de 588.000 pesos al mes, debe gastar en promedio 210.000 pesos en productos de la canasta básica. Mientas que en New York las personas gastan en los mismos productos básicos 311.288 pesos pero con un salario mínimo mensual de 1´922.816 pesos, lo que indica que los neoyorkinos invierten cerca del 17% de sus ingresos en comida, en Londres por ejemplo con un salario promedio de 3´130.000 pesos gastan en los mismos 12 productos 288.514, cerca del 9% del total de sus ingresos, y esta situación todavía es más favorable en Tokio y Sidney ya que los salarios son más altos y los costos de alimentación más bajos.

Los altos costos no sólo están ahí, la ropa es otro punto álgido en esta discusión porque en Bogotá pagamos hasta tres veces más que en Estados Unidos por marcas como Tommy Hilfiger, Guess, Gap, y Nautica; me pregunto en dónde está la reducción de precios del TLC; pero éste no es sólo un tema con Estados Unidos porque también existen diferencias muy grandes con marcas europeas como Zara. Los precios de los combustibles también nos afectan en sobre manera, hoy pagamos más en gasolina que los estadounidenses, franceses o británicos y con ingresos mucho menores que los de ellos.

Bogotá es un modelo de ciudad insostenible, que se da el lujo de vivir con precios del primer mundo con ciudadanos que viven con salarios del tercero.

Fuente: http://foreignaffairsinstitute.org/

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