CAR ordenó suspensión de explotación de suelo en Cajicá por impacto ambiental
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca suspendió actividades de extracción de suelo en la vereda Chuntame, al determinar que se realizaban dentro de la Reserva Forestal Protectora Cuenca Alta del Río Bogotá.
Durante una visita técnica en la vereda Chuntame, la CAR Cundinamarca ordenó suspensión de explotación de suelo en Cajicá,la inspección reveló que estas actividades se realizaban en un área catalogada como Reserva Forestal Protectora Productora Cuenca Alta del Río Bogotá, un ecosistema clave donde la normativa ambiental prohíbe la minería y actividades similares.
Según explicó Liliana Ramírez, directora regional de Sabana Centro, las personas responsables argumentaron que los trabajos correspondían a movimientos de tierra para un proyecto residencial amparado en licencias urbanísticas. Sin embargo, los técnicos de la CAR determinaron que las excavaciones realizadas eran profundas y propias de la minería, lo que excede el alcance permitido por las licencias de construcción o parcelación.
“El movimiento de tierras para parcelar o edificar sólo podrá autorizarse en la respectiva licencia de parcelación o construcción, por lo anterior, las excavaciones profundas identificadas no pueden estar autorizadas por licencias urbanísticas”, afirmó Liliana Ramírez, directora de la regional Sabana Centro.
Además, la CAR constató afectaciones al recurso hídrico en algunos predios de la zona, incluyendo alteraciones en el flujo natural del agua y la disminución o desaparición de fuentes hídricas debido a la construcción de viviendas y vías. Esto refuerza la gravedad del impacto ambiental causado por estas actividades.
La normativa vigente permite el desarrollo urbanístico en la Reserva Forestal únicamente en casos excepcionales, como señala el artículo 4 de la Resolución No. 138 de 2014 del Ministerio de Ambiente. Sin embargo, la entidad concluyó que las actividades de explotación detectadas no están relacionadas con proyectos de vivienda y, por tanto, carecen de autorización.
La CAR, en su rol de autoridad ambiental, comenzará a monitorear el cumplimiento de las normativas e impondrá medidas preventivas y sanciones en caso de que se confirme la infracción. Este seguimiento es clave para proteger las áreas estratégicas de la Sabana de Bogotá frente a impactos negativos que comprometen los recursos naturales y el equilibrio ambiental.
Foto: Alcaldía de Bogotá
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