Una empresa en Cundinamarca encubría un millonario negocio de drogas sintéticas
Una empresa en Cundinamarca, que operaba como fachada legal, habría servido para importar ketamina con fines veterinarios, pero en realidad abastecía laboratorios de tusibí y éxtasis en Bogotá y Medellín.
La Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio de la Fiscalía General de la Nación impuso medidas cautelares sobre 21 propiedades que pertenecerían a una red criminal dedicada al desvío de ketamina, utilizada en la fabricación de drogas sintéticas.
Las investigaciones apuntan a que la organización creó una empresa en el municipio de Cota, Cundinamarca, que servía de fachada para importar medicamentos veterinarios sometidos a control. Una vez ingresados al país y nacionalizados, los productos eran desviados mediante maniobras fraudulentas hacia laboratorios clandestinos ubicados en Bogotá y Medellín.
Allí, según las autoridades, se transformaban en sustancias como tusibí y éxtasis, que luego se distribuían en distintos puntos del país.
Los bienes afectados por las medidas de extinción de dominio están representados en siete inmuebles, doce vehículos, una sociedad y un establecimiento de comercio, cuyo valor conjunto supera los 2.490 millones de pesos. Las propiedades están ubicadas en Bogotá, Medellín y Santa Fe de Antioquia, y fueron ocupadas en diligencias realizadas por la Policía Nacional.
De acuerdo con la Fiscalía, estos activos habrían sido adquiridos con recursos producto de la actividad ilícita, o directamente utilizados para facilitar su operación.
Las autoridades continúan investigando si existen más empresas involucradas en la red y si hubo exportaciones de las sustancias a otros países. La operación representa un golpe significativo al tráfico de drogas sintéticas en el país y al uso de estructuras comerciales como mecanismo de encubrimiento.
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