Clausuran restaurante de KFC en Bogotá por incumplir normas ambientales
Clausuran restaurante de KFC en Bogotá tras evidenciarse una inadecuada gestión de residuos y el vertimiento irregular de aceites. Las autoridades tomaron la medida para proteger la salud pública y el medio ambiente.
En un operativo conjunto, la Alcaldía Local de San Cristóbal, la Policía Nacional, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y la Subred Centro Oriente clausuraron una sede de la cadena de comida rápida KFC en el barrio 20 de Julio. La medida se tomó tras una inspección en la que se evidenció el manejo inadecuado de residuos y el vertimiento irregular de aceites usados en la vía pública.
Según informó la alcaldía, estas prácticas incumplen las normativas ambientales locales y nacionales, lo que llevó a la suspensión indefinida de las actividades del establecimiento hasta que la franquicia implemente las correcciones necesarias y cumpla con las regulaciones exigidas.
Por su parte, la Policía Nacional colaboró en el operativo para garantizar el cumplimiento de la orden administrativa y velar por la seguridad durante el procedimiento. El Alcalde Local Carlos Macías Montoya manifestó: »Se ha indicado que el establecimiento permanecerá cerrado hasta que la franquicia demuestre la implementación de las correcciones necesarias y se ajuste a las regulaciones ambientales exigida»
El alcalde local, Carlos Macías Montoya, hizo un llamado a los demás establecimientos comerciales de la zona para que revisen sus procesos y adopten medidas responsables con el medio ambiente.
Sin embargo no es la primera vez que un restaurante KFC es sancionado por este tipo de prácticas. El pasado 7 de febrero, un establecimiento en el barrio Cedritos, en la localidad de Usaquén, fue denunciado por vecinos tras ser captado en video arrojando residuos de aceite en el espacio público y en la red de aguas lluvias.
En esa ocasión, las autoridades verificaron que el local ya había recibido recomendaciones previas para mejorar su manejo de residuos, pero estas no fueron acatadas. Como resultado, el negocio fue sellado por 10 días y se le exigió la construcción de una caja de inspección para evitar futuras afectaciones ambientales.
Las entidades distritales reiteraron su compromiso con la supervisión de establecimientos comerciales y recordaron que el incumplimiento de las normas ambientales puede derivar en sanciones administrativas y penales.
Foto: Alcaldía de Bogotá
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