Club sobre ruedas Bogotá “El amor da frutos”
Recientemente, me reuní con una persona emprendedora y capaz de dar sin necesidad de recibir, que decidió pasar de alumno a docente, y que por medio de sus facultades, experiencia y un gran amor en la disciplina del patinaje, lleva a cabo la formación de una escuela y también club enfocado en brindar una educación de excelencia a niños y adolescentes, que les inquieta moverse por las calles de ciudad, o cualquier lugar donde sea transitable, a través de patines en línea (Profesionales) o los roller (cuatro ruedas).
Dicha escuela, bajo el nombre de Club sobre ruedas Bogotá, comenzó mediante un proyecto que la alcaldía de Bogotá quería implementar para los jóvenes de la localidad de puente Aranda, este contaba con la ausencia de un docente calificado, que fuese el encargado de generar las nuevas promesas de este deporte nacional, pero por varios años la exhaustiva búsqueda de este maestro se convirtió en algo infructífero, “pues nadie se le quería medir”.
Años más tarde Girleza Bicaena Vélez (Profesora del club y escuela Sobre ruedas Bogotá), era un estudiante de la disciplina del patinaje profesional, que desde los 9 años había empezado ya su trayecto en este deporte, y por motivos económicos su preparación no fue en alguna academia de prestigiosos nombre, sino que su profesor que tenía una pequeña escuela (en el barrio Colón en puente Aranda ) le brindó la mano, otorgándole el puesto de asistente y en cada clase y servicio, esta jovencita de gran talento poco a poco fue tomando cancha hasta ser profesional en esta disciplina y luego de manera “natural” llegar a ser docente en la pista de patinaje del parque nacional. Momento en el cual como ella decía: “fue la oportunidad para darme cuenta que puedo enseñar y más si esto me encanta”.
En 1999 a la Profesora Girleza, le ofrecieron hacer parte del proyecto que la alcaldía de Bogotá iba a implementar pues se necesitaba a un docente lo más antes posible. Inmediatamente ella tomo la decisión de renunciar al puesto que tenía en el parque Nacional y junto a tres de sus compañeros, construyeron la escuela y club que les brindaría a los estudiantes educación, valores, disciplina y pasión por aquel deporte, el patinaje.
Básicamente la escuela y Club sobre ruedas Bogotá, tiene el objetivo de brindar la educación en la disciplina de patinaje profesional a niños de cualquier edad, junto a adolescentes, en el parque del Jazmín en Puente Aranda, además busca fomentar la ética y los valores como persona y deportista, bajo una enseñanza de excelencia y preparación. Actualmente cuenta con más de 50 estudiantes, que están siendo preparados y han llegado a ser parte de equipos distritales y nacionales, de participar en varias competencias y campeonatos, de colocar en alto su escuela y enorgullecer a su disciplina.
¿Y cómo es su preparación para alcanzar esto? Todos los días la profesora encargada, junto a unos colaboradores se reúnen con sus estudiantes, (claro eso depende del día, pues dentro de la semanas las clases son segmentadas para cada rango de edad), se hace un calentamiento rutinario, luego se realiza la preparación de los estudiantes, es decir se colocan sus implementos, sus mallas, patines e implementos de seguridad, luego se hace un reconocimiento a la pista, (se patina libremente por ella), luego los ejercicios especialmente diseñados para el patinaje como por ejemplo: patinar y durante la trayectoria ir haciendo una X o una O.
Tomar una velocidad estable e intentar apoyar el cuerpo durante el movimiento en solo pie, es decir tratar de patinar con una sola pierna. Mediante obstáculos, hacer coordinación con los pies tratando de no tocar, pasar o patinar sobre ellos. En fin realmente son bastantes acrobacias pero cada una tiene gran dedicación y preparación, que día tras día generan fuerza, agilidad, rapidez, motricidad, resistencia y tonificación.
Su docente Girleza, me expresó que el amor al patinaje le dio frutos, pues para ella enseñar, ver el proceso, ver los resultados y tener pupilos interesados en su deporte favorito es un motivo que cada día le dan las fuerzas para continuar en su profesión como docente, y trabajar con dedicación en su escuela. Cada estudiante para ella, es un hijo que necesita que alguien le ayude a crecer, que lo guíen y estén pendientes de él, tanto así que es la esencia de su club y escuela, algo así como el lema, sin mencionar que como docente la relación con sus estudiantes “ tiene química”, puesto que no solo es un ente de autoridad, sino una amiga más, que se interesa por la integridad de cada uno de sus pupilos, que por las mañanas y tardes en el parque del jazmín, más específicamente en la pista, enseña, practica y “recocha” con cada uno de ellos, sin perder el hilo de la enseñanza.
Finalmente, esta ciudadana del barrio Galán en puente Aranda, espera con ansias construir y tener algo propio, es decir lo que ella quiere para sus estudiantes es una pista propia, un gimnasio, un centro de conferencias y todos los implementos necesarios para mejorar cada día, que su escuela y club sobre ruedas, sea la academia de grandes patinadores a nivel nacional, de reconocimientos, medallas y trofeos por cada uno de sus estudiantes, y además que se expanda y que las personas conozcan de esta, y tenga tantos egresados como nuevos estudiantes.
Daniel Figueredo.
Comunicación Social y Periodismo