Empresarios colombianos pretenden exportar huevo tajado

Una empresa colombiana comercializará en los próximos meses huevo en lonchas, presentado como el queso para sandwiches, en principio para el mercado interno pero con proyecciones de exportación.


Las «ovitas», como han sido bautizadas, han sido desarrolladas por los investigadores de Ovopacific, una empresa constituida por ocho importantes granjas avícolas del Cauca. «Es un producto fácil de consumir, bajo en grasas y saborizado», explicó el gerente de Ovopacific, Diego Gerardo Ospina, quien afirmó que «tiene condiciones nutricionales superiores al jamón o al queso».

Ospina aseguró que «no hay alimento en el mundo como éste» y adelanta que se podrá adquirir, en su primera etapa, en tiendas y supermercados colombianos a un precio similar al jamón «premium», aunque definitivamente será «un producto de exportación».

Ovopacific nació en 2012 con muchos retos, entre ellos la creación de las «ovitas», y en este tiempo ha logrado que la caducidad de los productos perecederos derivados del huevo pase desde los 15 ó 20 días hasta 45 días gracias a un innovador proceso de ultrapasteurización.

Otro hito es haber organizado a los productores de la región para el transporte y la importación conjunta del alimento de las aves, así como ver crecer de forma considerable la producción de huevo líquido.

«Veníamos de un promedio de 60 toneladas mes, equivalente más o menos al 4 % sobre la demanda nacional. Hoy en día estamos vendiendo 150 toneladas, eso significa más del doble, hasta el 10 ó 12 % de la producción nacional», dijo Ospina sobre ese producto de valor agregado para la elaboración de salsas y mayonesas.

La planta, que procesa a diario 150.000 huevos de gallina, está en el municipio de Puerto Tejada (suroeste), donde ingenieros y biólogos se han apropiado de una base tecnológica pionera en Colombia.

Las ocho granjas que conforman Ovopacific producen 4,5 millones de huevos diarios.

Uno de los socios de Ovopacific es AgroCol, cuyo gerente general, Juan Pablo Vélez, indicó: «las lonchitas nos han permitido incursionar en alternativas de comidas fáciles, que nos está pidiendo el consumidor, pero por ser fáciles no significa que sean comida chatarra o de mala calidad», advirtió Vélez.

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