Crisis en el sector rural de Soacha

Sol intenso, fuentes hídricas secas, escasez de lluvia, muerte de ganado y pocas posibilidades de solución, son las problemáticas que hoy enfrenta la vereda Cascajal del corregimiento dos de Soacha, un territorio que desde hace meses soporta la crisis desatada por la falta de agua, lo cual ha puesto en serios aprietos a los campesinos que allí residen.


Fue el 01 de noviembre del año 2014 en la vereda El Charquito, durante una de las famosas jornadas de ‘El Alcalde en su barrio’, cuando ante el Alcalde Juan Carlos Nemocón y un buen número de sus funcionarios, varios campesinos de Cascajal manifestaron su preocupación por el riesgo que existía sobre las fuentes hídricas de la vereda y la posibilidad de que el líquido escaseara, poniendo en riesgo no sólo el bienestar de las personas que allí viven, sino también a los animales y a la producción agrícola. Lo anterior se hizo con el ánimo de encontrar por parte de las autoridades municipales, alternativas y estrategias que permitieran mitigar el riesgo y evitar una crisis como la que se está viviendo hoy.

Sin embargo, por el panorama encontrado en Cascajal, al parecer la problemática no fue adecuadamente tenida en cuenta, razón por la cual lo que se ve actualmente es que los reservorios, las fuentes hídricas y todo depósito de agua existente en la vereda, está completamente seco. Por supuesto, esto ha traído grandes inconvenientes a la población campesina, que ha tenido que padecer la muerte de los animales de sus fincas y la escasez de agua para satisfacer sus necesidades básicas y regar sus cultivos, los cuales poco a poco se están perdiendo por el intenso sol que cae en el lugar.

“Acá necesitamos el agua para el ganado y para el consumo humano, entonces tenemos un gasto adicional, aparte de lo que tenemos con los gastos de la finca, porque debemos ir a traer agua de otras partes. Ya van a ser dos años que no llueve acá, a raíz de eso tenemos gran escasez de agua, además de que hay un verano muy fuerte. Nosotros radicamos una petición a la Alcaldía de Soacha, pero la respuesta que nos dieron es que en este momento no hay carro tanque para repartir el agua, y que el vehículo que hay para distribuir el agua está contaminado con el agua utilizada para el mantenimiento de las vías”, explicó Arcadio Barrantes, habitante de la vereda Cascajal.

Arcadio es uno de los habitantes de Cascajal que debe recorrer grandes distancias para conseguir el agua que falta en su vereda. Todos los días él sale en su vehículo campero, el cual está adecuado con un remolque en la parte trasera, con el propósito de depositar ahí el agua que lleva hasta su finca. Aparte del desgaste propio del traslado del líquido, Arcadio debe asumir los altos costos que esto genera, que van desde el combustible del vehículo en el que se transporta, hasta lo que paga por cada una de las dos canecas que siempre carga.

Una historia similar vive Carmen Suárez, otra de las campesinas que se ha visto afectada por la falta de agua. Según expresó, la problemática en mención ha generado una ‘crisis tremenda’, porque como no ha llovido y allá se proveen del agua lluvia, no hay forma de tener reservas del recurso.

“Nosotros le pedimos agua al municipio, incluso radicamos cartas, pero nos dieron una respuesta hasta tonta, que no sabemos si reír o llorar. El pasado viernes 14 de agosto me llamaron de la Alcaldía a decirme que nos iban enviar un carrotanque, que lo esperáramos porque supuestamente llegaba en dos horas, nos dijeron que alistáramos las canecas, y así lo hicimos, pero al final tuvimos que devolvernos a nuestras casas sin agua. Estamos preocupados porque el ganado se está muriendo de sed, la gente tiene dificultades con sus cosas y se nos hace difícil conseguir agua.

Según explicó Carmen, la urgencia de la comunidad es tal que no les importa si les envían agua no apta para el consumo humano, porque esta les sirve para darle a los animales, lavar, bañarse y suplir otras necesidades que hay:

“No hemos podido cultivar, tampoco sembrar nada en la huerta porque no hay agua con qué hacerlo, además el viento reseca lo que alcanza a caer. Las vacas bajaron la producción de leche, y no podemos tener pollos porque las gallinas también consumen agua”, sostuvo Carmen Suárez.

¿Vidrio Andino, la responsable?

Algunos campesinos consultados por Periodismopublico.com manifestaron que parte de la causa de la sequía que enfrentan en este momento se debe al uso que Vidrio Andino ha hecho de las reservas subterráneas de agua que hay en Cascajal y otras zonas aledañas, teniendo en cuenta la cercanía geográfica entre la empresa y las comunidades campesinas. Por otra parte, la comunidad también señaló que las emisiones de gas que hace esta fábrica han sido otra causal de la problemática ambiental que existe en la vereda:

“Aquí en la vereda Cascajal no tenemos agua potable. La única que consumimos es el agua lluvia debido a que no hay más. No hay agua para los animales y estos se están muriendo, pero la Alcaldía no nos ha dado respuesta. La situación es bastante crítica, pues somos alrededor de 15 familias que no tenemos ni siquiera un sorbo del líquido, además el agua que teníamos de reserva ya se nos acabó. Por otra parte, los aljibes y las reservas nos los está quitando Vidrio Andino, que extrajo el agua de la vereda e hizo que se secaran los pozos”, dijo Edilberto Vásquez, campesino de Cascajal.

En palabras de Vásquez, el gas que expide la planta de Vidrio Andino es bastante tóxico y contaminante, por lo cual se están viendo perjudicados. Igualmente, llamó la atención a la Alcaldía y a los encargados de los servicios públicos para que ayuden a los habitantes de Cascajal:

“Si no nos solucionan, al menos que nos digan con quién tenemos que hablar para que nos den el agua, porque realmente estamos en una situación crítica. Queremos saber qué otras alternativas tenemos, necesitamos que nos atiendan y que no nos tomen el pelo, que haya claridad en la información”, aseguró Edilberto.

“La situación es muy grave, no tenemos agua ni para nosotros ni para el ganado, entonces nos toca cargarla desde muy lejos. A mí por ejemplo me toca ir a lavar lejos de acá y cargar el agua a la espalda en un recipiente. Hay vecinos a los que se les ha muerto el ganado, a un señor se le murieron cuatro animales y así van todos por la falta de agua. A mí me toca ir hasta la montaña que queda abajo del Parque Chicaque, donde lavo y recojo agua, junto a otra vecina. En el trayecto debo recorrer aproximadamente 1 km de distancia”, indicó Sixta Tulia Grisales, habitante de Cascajal.

Grisales señaló que según comentan varios campesinos de la vereda, desde que Vidrio Andino está en la zona, el agua no llega, porque desde entonces ha escaseado. “Ellos (Vidrio Andino) usan el agua de nuestros reservorios y por eso es que no nos llega a este lado. Todos los que viven en la vereda dicen eso”, concluyó Sixta Tulia.

Aunque Periodismopublico.com acordó en dos ocasiones dialogar sobre esta problemática con el Director de Servicios Públicos, Hugo Alfredi Hurtado para contrastar las versiones y los testimonios dados por la comunidad, en ningún momento fue posible hablar con el funcionario.

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