Cuatro modalidades para que su hijo disfrute la primera infancia de la mano del ICBF

Si usted no sabe las modalidades u opciones con las que cuenta para inscribir a su hijo o hija en programas de primera infancia, este medio le cuenta sobre las alternativas que el ICBF le ofrece para tal fin. Dependiendo de su condición socioeconómica, puede elegir entre Hogares comunitarios, Hogares Fami, Hogares infantiles o CDU.


En Soacha muchos padres y madres de familia no tienen la posibilidad de disfrutar el crecimiento de sus hijos, en muchas ocasiones debido a los compromisos laborales que adquieren para sostener económicamente a su familia. Es por eso que la mayoría opta por dejarlos con algún familiar, pagar un jardín infantil e incluso dejarlos solos o al cuidado de personas desconocidas, corriendo grandes riesgos que a futuro podrán causar daños en la formación personal y emocional del niño.

Por tal motivo, Marcela Farfán, trabajadora social y enlace para la primera infancia del ICBF, explicó las opciones de vinculación que la institución ofrece a aquellas personas en las que en su núcleo familiar se incluyen niños o niñas desde cero hasta 4 años y 11 meses de edad, así como madres gestantes o lactantes.

Hogares comunitarios

“Funcionan en la casa de la madre comunitaria, recibe máximo 14 niños en horario de 8 a 4 de la tarde, los cuida allí durante ocho horas y se tienen en cuenta tres tiempos de comida: Refrigerio en la mañana, almuerzo y refrigerio de la tarde. Se hace todo el proceso de acompañamiento en el que las familias deben estar dispuestas a ir a unos talleres de formación y se hace un seguimiento para que los niños y la niñas cuenten con toda la garantía de sus derechos”, explicó Farfán.

De igual modo, este seguimiento también se hace para que los niños asistan a controles médicos, odontológicos y procesos de educación inicial, en los que se incluyen actividades de arte, juegos, literatura y exploración del medio para desarrollar habilidades sociales, cognitivas y comportamentales.

Hogares FAMI

“Es un servicio dirigido a las Madres lactantes, gestantes o niños y niñas que tienen cuidador en la casa y no van a un Centro de Desarrollo Infantil o a un Hogar Comunitario todo el tiempo, sino que asisten a un encuentro una vez a la semana en donde se hace el proceso formativo sobre lactancia materna y planificación familiar. Reciben una visita por lo menos una vez al mes de la Madre comunitaria FAMI, quien va y mira dentro de ese entorno del barrio qué condiciones favorecen el desarrollo o cuáles pueden estar vulnerando el derecho de los niños y las niñas”, acotó la especialista.

Así mismo, a estas madres se les entrega una vez al mes un complemento nutricional ya que se busca que tengan una alimentación adecuada durante la gestación, así como una lactancia exitosa. Por otra parte, lo que se busca es que los niños sean atendidos en los FAMIS hasta los dos años y cuando ya cumplan este tiempo, pasen a un hogar comunitario de atención institucional.

Hogares infantiles

“Fueron creados para proveer cuidado y protección a los niños y las niñas que por condiciones laborales sus papás trabajan, allí se paga una tasa compensatoria dependiendo del dinero que gana el Padre o Madre. Por ejemplo, si usted gana el mínimo, la tasa mínima compensatoria en un hogar infantil está entre 19 y 20 mil pesos, pero si gana más, entonces va subiendo la cuota”, replicó Farfán.
También explicó que en esta modalidad se reciben niños y niñas de familias que ganen hasta cuatro salarios mínimos; de igual modo, en los hogares infantiles también se entregan tres tiempos de comida y se realiza todo un proceso pedagógico con los infantes. La Ronda del Caracolito en León XIII y el Hogar Infantil de Ciudad Verde, son ejemplos de esta modalidad.

CDI (Centros de Desarrollo Infantil)

Nacen con la estrategia de Cero a Siempre y buscan la gratuidad del servicio, están dirigidos a los niños y niñas víctimas del desplazamiento y del conflicto armado, así como a los menores de la Red Unidos que tiene un puntaje de 56,35 en el Sisbén; por tal motivo los padres de familia no pagan tasa compensatoria ni valor alguno por el cuidado de los menores, a pesar de que bajo esta modalidad se suple cerca del 70% de los requerimientos nutricionales de los niños y niñas.

“Otra cosa que tiene el CDI y los hogares infantiles es algo que se llama la Cualificación del Talento Humano, es decir que por cada 200 niños que se tienen en estos lugares hay un coordinador pedagógico y un nutricionista que está pendiente de todo el proceso nutricional. En los hogares las Madres comunitarias miden y pesan a los niños porque están entrenadas para que lo hagan y lleven un control de cómo están nutricionalmente estos niños, es así que cuando existe algún menor que esté mal de peso, ellas hacen la respectiva remisión tanto a la EPS como al ICBF para mirar qué herramientas se pueden brindar para mejorar el estado nutricional del menor”, concluyó la funcionaria.

Si necesita obtener más información, usted puede acercarse al Centro Zonal Soacha, ubicado en la transversal 15 con diagonal 33 (esquina), barrio Rincón de Santafé y allí habrá personal dispuesto a brindársela de manera oportuna.

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