Destruyen 90 toneladas de licor ilegal en Cundinamarca

Posted on 17 de diciembre de 2014 by Periodismo Público

El procedimiento hace parte de la gestión integral de residuos reciclables y reciclables en desuso que ha implementado la administración departamental.

La Secretaría de Hacienda de Cundinamarca llevó a cabo las últimas jornadas de destrucción de mercancía de este año. En desarrollo de la actividad fueron aniquiladas 23.000 unidades de licor aprehendido y decomisado (nacional e importado), entre vinos, aperitivos, whiskys, brandys, aguardientes y vodkas. La mayoría de los productos carecían de estampilla y otros habían sido adulterados.

Las acciones hacen parte de las diligencias adelantadas de oficio por la Dirección de Rentas y Gestión Tributaria de Cundinamarca contra los presuntos evasores del Impuesto al Consumo y Monopolio Rentístico. Vale mencionar que en lo que va corrido de este año se han destruido 90 toneladas de licor aprehendido, unas 100 mil unidades, además de 200 mil tapas y 50 mil etiquetas, siempre bajo las más estrictas normas ambientales y de seguridad.

El procedimiento adelantado en las instalaciones de Ecoindustrias S.A., entre Mosquera y Madrid, hace parte de la gestión integral de residuos reciclables y reciclables en desuso que ha implementado la administración departamental y se llevó a cabo en presencia del Fiscal 75 delegado para el Circuito, Esaú Torres; del procurador del Ministerio Público, Luis Eduardo Castillo y de delegados de Control Interno de la Dirección de Rentas de Cundinamarca.

Lo anterior gracias al contrato 20 de 2013 suscrito entre la Secretaría de Hacienda de Cundinamarca y la empresa Ecoindustrias SAS, para la destrucción de mercancías aprehendidas como cigarrillos, whisky, licor, vinos, aperitivos cremas y similares en diferentes marcas (envases de plástico, cartón, aluminio, tetra pack y vidrio) de igual forma la destrucción de aquellos elementos utilizados para su fabricación y/o adulteración.

Importante mencionar que el vidrio de las botellas es un material reciclable por sus características físicas, y es separado en lonas después de ser triturado para su comercialización como materia prima. Las tapas y dosificadores son separados y reducidos en un molino industrial, para garantizar su destrucción. En cuanto al líquido, es almacenado en canecas de 55 galones metálicas y es llevado a celda de seguridad.