Drama en más de 50 familias de Funza Cundinamarca

El pasado 28 de febrero,  más de
50 familias
del barrio la Esmeralda de Funza
Cundinamarca empezaron a vivir en carne propia la pesadilla que hoy las tiene
en hacinamiento y en cambuches improvisados dentro del mismo sector. Con
personal del ESMAD, la policía y el ejército, la alcaldía de este municipio
irrumpió la tranquilidad de los habitantes.

Desde el 28 de
febrero del presente año hasta el 1 de marzo pasado demolieron alrededor de 39 viviendas, donde vivían entre 4 y 6
personas por núcleo familiar, incluyendo niños y ancianos; el pasado 20 de
junio la alcaldía terminó de demoler alrededor de 11 casas que aun seguían en pie;
el motivo de la demolición, según las autoridades, es la infracción urbanística
de construir en área rural sin licencia. “Ellos nunca se acercaron con una notificación
casa a casa a avisarnos de la demolición y jamás nos dieron el plazo máximo
para poder tener nuestras licencias de construcción; acabaron con los sueños y
la tranquilidad de nuestros hijos, nos amenazaron con quitarnos a los  niños por no tenerles un lugar digno para
vivir, sabiendo que fueron ellos los encargados de quitarnos ese derecho”, añadió
 José Elman Sánchez, habitante del barrio
demolido.

El ESMAD actuó sin piedad en contra de las familias de Funza

Al parecer, la
alcaldía jamás tuvo conocimiento de que en este barrio también  había familias desplazadas
 que estaban certificadas, donde se
evidencian casos de ancianos y niños con enfermedades. Hasta el momento no se ha
pronunciado la Alcaldía de Funza, solo queda el llanto y la preocupación de
estos padres y madres cabeza de hogar que ahora tienen deudas en bancos por las
casas que alguna vez con tanto esfuerzo y dedicación pudieron construir para sus
hijos y así  tratar de mitigar el dolor
de haber sido sacados de sus anteriores tierras por culpa de la violencia del
país.

”Esto que estamos
viviendo es muy doloroso, tengo dos hijos, uno
de 4 años y uno de año y medio
; ahora tener que vivir en una bodega con más
personas y en hacinamiento me hace ver que destruyeron el sueño de más de 50
familias sin importarles si hay  niños o
ancianos. Yo soy una persona desplazada de Topaipi Cundinamarca que tuve que
presenciar la guerra cuando era niña  por
culpa de los grupos armados y ahora en la niñez de mis hijos por culpa del
gobierno municipal y las autoridades de Policía y el Ejercito que hicieron
parte de estas demoliciones, cuando se supone que ellos son los que nos cuidan”,
agregó Lina González,  madre de familia afectada.

Hasta el momento los
habitantes afectados siguen en el lugar, negándose a dejar lo que les queda de
sus viviendas.

Por: Diana Moreno

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