El drama de una comunidad de Soacha para legalizar las zonas de cesión
El presidente de la Junta de Acción Comunal de La Amistad, en la comuna dos, busca desde hace 6 años la firma de la alcaldía para que los residentes no tengan que destinar sus recursos en la adecuación de zonas comunes del barrio.
Todo se remonta a finales de la década de los 70 cuando a muchas personas les ofrecieron ser dueños de lotes en el sector. Don Francisco Javier Martínez fue quien empezó a ofrecer los terrenos y aseguró que el proyecto se ejecutaría en tres etapas donde se edificarían las casas, sin embargo, prometió que dentro del terreno quedaría un espacio para la construcción del salón comunal y una iglesia; estos 260 lotes los vendió con poco acceso a servicios públicos como luz, agua y alcantarillado. Pero luego de comprados los lotes, don Francisco quiso romper el trato y apoderarse del sitio, esta vez no quería dejar área para la construcción de la iglesia y el salón comunal, sino hacer edificios con el apoyo de la alcaldía.
Luego de esta situación, los dueños de los predios del barrio La Amistad decidieron cercar el terreno porque el negocio pactado con don Francisco Martínez sobre la compra de lotes para la construcción de la urbanización, incluía los terrenos de las zonas comunes para los residentes. Se encerró con el objetivo de no perder el dinero invertido y no quedarse sin espacios de recreación dentro de la urbanización. Además, el negocio pactado inicialmente incluía la pavimentación de las vías que rodeaban el sector, cosa que nunca se cumplió debido a que el promotor del proyecto entregó solo andenes, pero las calles las dejo destapadas, otras medio recebadas y muchas otras sin pavimentar y en estado deplorable.
Tras ver esta situación, los residentes del barrio en compañía de don Luis Hernando Cruz, quien es el líder de la Junta de Acción Comunal, tomaron ciertas medidas. Él ha buscado la ayuda de la alcaldía municipal por más de seis años para que realice los respectivos trámites y firme las escrituras de las áreas de cesión que pertenecen a los residentes que inicialmente compraron los predios, las cuales venían incluidas en la negociación, pero no han obtenido respuesta positiva por parte de esta entidad; la gente por su parte está a la expectativa de la solución para poder realizar la construcción del salón comunal o de otra área recreativa. Las máquinas de hacer ejercicios y los juegos biosaludables, como los describe don Hernando,“llegaron al barrio gracias a mí”, en la época cuando fui elegido edil, hace ya más de ocho años.
Otra vecina del sector menciona que ya en varias ocasiones han ido a la alcaldía, pero la entidad no se ha pronunciado al respecto; además dice que es una rogadera para que realicen este trámite y como los residentes del barrio no son persistentes, es decir, no van a la alcaldía todos los días, pues menos se va ver una solución rápida a esta problemática, teniendo en cuenta que estos trámites son engorrosos y llevan tiempo. Cabe resaltar que en Planeación del municipio se encuentran todos los soportes para hacer este trámite, tal como lo puede certificar la arquitecta Francy Párraga; en la alcaldía se encuentran los siguientes documentos: escrituras de las áreas de cesión, certificados de libertad, documento de levantamiento topográfico (hecho por la misma alcaldía), así como la historia de la urbanización;lo único que falta para ser propietarios legítimos de estas zonas comunes, es la firma y la aprobación del alcalde.
Una residente del barrio cuenta que a uno de los alcaldes de turno le comentaron el problema y este mencionó que no tenía conocimiento del tema, y concluyó que en la alcaldía no contaban con la documentación de la urbanización para firmarla en aquella ocasión. Lo que más molesta a la comunidad es que aparte de esta problemática que no se ha solucionado y el simple hecho de ver las calles en pésimo estado, el cobro de los impuestos no perdona, además que el presidente de la Junta de Acción Comunal, así como muchos de los propietarios, están aburridos y cansados de no ser escuchados.
Por lo anterior se hace un llamado a las diferentes entidades territoriales y en especial a la Alcaldía de Soacha para que revisen el tema ya que las áreas de cesión ya están a nombre del barrio, lo que necesitan los ciudadanos de La Amistad es una simple firma de la alcaldía para que les reconozcan la inversión y así se puedan hacer diferentes obras en estos terrenos, y que no sean los residentes quienes tengan que invertir en los espacios recreativos de este barrio ubicado en la comuna dos de Soacha.
Por Rafael Rodríguez
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