En el departamento persiste la quema de vegetación
De acuerdo a las cifras entregadas por Bomberos de Cundinamarca, pese a que disminuyó la cantidad incendios forestales provocados en el departamento, persiste la quema de vegetación por parte de la comunidad.
Detrás del balance de incendios forestales de 2017 entregado por el cuerpo de bomberos de Cundinamarca hay una costumbre que las autoridades no han podido extinguir. La quema de material vegetal por parte de campesinos que habitan las zonas rurales de este departamento.
El delegado de esta institución para la seccional de Cundinamarca, Capitán Álvaro Farfán, asegura que, aunque el país se apresta a entrar a su segunda temporada de lluvias en el año, la alerta por incendios forestales se mantiene. «El hábito de prenderle fuego a las parcelas para preparar la tierra para un nuevo sembrado o para la ganadería o el inadecuado manejo de residuos sólidos» son las causas más frecuentes del origen de estas emergencias que en minutos se salen de control.
Solo en Cundinamarca este año se han registrado 196 incendios forestales en 72 municipios. Esto a traido la pérdida de mil 332 hectáreas afectadas.
En 2016 se registraron 698 incendios forestales en 101 municipios de este departamento. Cuatro mil 471 hectáreas resultaron afectadas.
«Ha disminuido por la situación climática pero el manejo irresponsable de la gente no desaparece. Municipios como Nilo, Ricaurte, Villeta, Tocaima, Nocaima, Agua de Dios, Quetame, Útica o sectores como la vía Tabio-Subachoque, vía Bogotá-Girardot, son donde más se presenta esta situación», dice el Capitán Farfán.
Bomberos de Cundinamarca reporta que el 95% de los incendios forestales es provocado. Esto significa que las causas están relacionadas con la intervención intencional o descuidada del hombre.
«Hay basuras pero antes de hacer compost o reciclaje prefieren prenderle candela» asegura el oficial.
Otras circunstancias que propician la formación provocada de estas emergencias están asociadas a las actividades de los campistas cuando prenden fogatas y a los dueños de fincas cuando «mandan a talar y después de amontonar la madera y la hojarasca, le prenden fuego».
La lluvia que ha caído en el departamento ha ayudado a que la situación no sea tan grave pero «a estas alturas no se debería presentar ningún llamado por este tipo de incendios. Ha bajado la cifra pero no ha variado el comportamiento» asevera el jefe de bomberos de esta seccional.
Fuente: Noticiasrcn.com
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