¿En qué está la recuperación del espacio publico?

Han pasado cerca de 18 años desde que se inició la invasión del espacio público en el municipio de Suacha y otros tantos sin que ninguna administración en ese mismo lapso haya dispuesto de voluntad política, mecanismos jurídicos, recursos fiscales, estrategias productivas y sociales necesarias para haber estructurado en este tiempo una solución oportuna, viable, sostenible y menos costosa al problema.


Me permito recordarle a los integrantes de la administración municipal el significado y valor del concepto de espacio público extraído de Wikipedia, que por su sencillez y claridad, los ciudadanos presentes en este cabildo podrán entender, pues al parecer los verdaderos responsables de su regulación y control, siguen sin entenderlo y que posiblemente se explicaría por el desconocimiento de las funciones de las instancias competentes de la administración en su regulación y uso, la falta de autoridad, y lo más grave, la incompetencia de la administración para resolver la problemática en 17 años.

La decisión de construir en el pasado espacios públicos (por ejemplo alameda o eje ambiental de la calle 13) para el disfrute de los ciudadanos y constituirlos en un lugar de interacción y encuentros que sirvieran de escenario de comunicación, intercambio de saberes, historias, leyendas y recuerdos, que permitiera reconstruir la identidad y la pertenecía con lo local, organizado y con equipamiento; paradójica y paulatinamente se convirtió en todo lo contrario: se tornó en el espacio de disfrute exclusivo del comercio informal, caótico, desordenado, inseguro y sin control alguno.

Lo anterior permite inferir razonablemente que la explicación de esa problemática, que viene agravándose con el paso de los años, solo refleja la incompetencia e incapacidad de la administración pública para ejercer la autoridad en su función reguladora.

Los tímidos intentos por reubicar a los vendedores informales sin mayores resultados en todos estos años contrasta con su casi exponencial crecimiento y ha terminado ocupando nuevas zonas del municipio mientras sus protagonistas siguen siendo objeto de las demagógicas promesas de reubicación digna en épocas electorales, en las que se les ofrecía lo divino y lo humano. En resumen, la política del avestruz practicada de manera reiterada por las administraciones de los últimos 17 años, dio lugar a que durante todo este tiempo se intensificara de manera grave su ocupación.

Las diversas acciones y diagnósticos adelantadas por la dirección de Desarrollo Económico en diferentes administraciones para establecer la cantidad de vendedores y las demás características de la población vinculada como su arraigo en el municipio, los programas de capacitación para el emprendimiento, el empleo, y algunas propuestas de reubicación dignas, programas de inclusión de esta población en salud, y educación entre otros. Hasta ahora los pocos esfuerzos han generado resultado estériles implicado un grave y sistemático detrimento patrimonial porque el objetivo de todas estas acciones han sido fallidos y como corolario la problemática se ha vuelto más complejo por no decir que insoluble.

Muestra de ello lo constituye la adecuación del espacio adyacente al conjunto residencial Casa Linda en San Mateo en el que se invirtieron cerca de 3 mil millones de pesos en una obra que se entregó a la actual administración hace ya casi cerca de tres años sin los más elementales servicios públicos y amueblamiento que los beneficiarios se rehusaron a recibir, y cuyo espacio hoy presenta un alto grado de abandono y deterioro sin que se avizore su terminación digna para los vendedores informales con arraigo en el municipio.

En la actual administración del profesor Eleazar González la problemática de la invasión del espacio público y su recuperación, que además fue un tema central de su programa de gobierno y de su campaña se incorporó al Plan Municipal de desarrollo “Juntos Formando ciudad” de manera marginal y pobre, evidenciando la falta de voluntad política para solucionarla, pero sobre todo se hace evidente la falta de proyección y planeación más que falta de recursos por parte de las administración para iniciar la solución definitiva de esta problemática.

En el punto 4 Proyecto “Juntos recuperando el espacio público” del Plan se enuncia lacónicamente “la estructuración y ejecución de estrategias orientadas al desarrollo integral de la ciudadanía, particularmente en la recuperación de la ciudad para la gente y se limita a exponer de manera genérica seis acciones con ese fin pero sin definir metas, indicadores y mucho menos recursos económicos en el plan plurianual de inversiones para poderlas llevar a cabo.

Luego de este largo tiempo de espera de los ciudadanos, y que por la alcaldía de Suacha hayan desfilado siete gobernantes, numerosos secretarios de gobierno, otros tantos secretarios de planeación, varios directores de desarrollo económico, casi medio centenar de comandantes de policía y gran cantidad de concejales, no se percibe que el actual gobierno disponga de voluntad política para dotar a las autoridades administrativas y de policía de las herramientas que permitan llevar a cabo la restitución del espacio público sin dilación pero con autoridad, sin arbitrariedad pero con justicia social.

Ponencia. Cabildo Abierto. Seguimiento al plan de desarrollo “Juntos formando ciudad” 2016-2019. Ángel Humberto Tarquino González. Docente, investigador social y columnista de prensa.

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