En San Bernandino se pierden los proyectos por falta de interés de la comunidad

A pesar de tener un espacio propio para ejecutar actividades Educativas, Sociales y Ambientales, en el Barrio San Bernandino se ha venido perdiendo parte de la ayuda brindada por la administración municipal, pues sus habitantes no valoran el salón comunal que tienen ni el trabajo realizado por sus líderes, todo por la falta de interés hacia los diferentes proyectos.


Actualmente la Junta de Acción Comunal está haciendo un censo de la población que vive en este barrio de la comuna seis, buscando los niños, jóvenes y adultos mayores para poderlos incluir en los próximos proyectos que lleguen a la comunidad, pues el censo arrojará una cifra aproximada de esta población y así se sabrá qué trabajo realizar con ellos.

Wilson Chía, presidente de la JAC, anexó: «La apatía de los vecinos hacia la Junta de Acción Comunal ha hecho que los proyectos que tenemos junto con la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio, se pierdan. Como en todo hay unas exigencias y unas normas mínimas que trazan las juntas, pues quien quiera participar debe estar afiliado y lamentablemente aquí no es así por la apatía que tienen, entonces muchas veces actividades con madres lactantes y cursos con el Sena, por ejemplo, no se pueden traer, a pesar de que contamos con una salón comunal dotado y capacitado para realizar estos programas, nos dan los profesores o instructores pero el volumen de población no alcanza para hacer las actividades».

La falta de interés de la comunidad al no participar en talleres, cursos y actividades deportivas, ha hecho que los recursos invertidos se estén perdiendo, al no ser utilizados; son más de 372 predios de los cuales sólo 90 propietarios participan activamente en los programas que se realizan en el salón comunal.

«Uno de los proyectos que tenemos es el Centro Vida para los habitantes de la tercera edad, la idea es seguir cuidando la huerta cacera que hemos creado, sembrando verduras como lechuga, tomate y otros, donde el producido se vende a los restaurantes. Esperamos poder seguir trabajando con la comunidad y así desarrollar muchos de los programas que se han perdido por la falta de interés de los mismos habitantes», agregó Lorenzo Zamudio, Vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de San Bernandino.

La JAC de este barrio espera poder seguir prestando un servicio social a la comunidad, pero se requiere del apoyo de los habitantes para trabajar por los niños y jóvenes, quienes son la población que más lo necesita.

Por otra parte, en temas de seguridad manifiestan el incremento de atracos y jóvenes consumidores de alucinógenos, todo por la falta de control y presencia de la Policía, y de la apatía de los mismos habitantes del sector.

Con recursos de los habitantes de este barrio y sectores aledaños se instaló una alarma comunitaria, pero ahora están a la espera de las cámaras de seguridad que la administración quedó de instalar, al igual que la presencia de la Policía para evitar que la delincuencia cometa sus fechorías.

«La inseguridad que genera los sitios de venta de licores es mucha, pues quienes se la pasan en estos sitios no son personas confiables, se han vuelto lugares de robos y venta de drogas; este es el problema más grande y complicado que tenemos porque dos Policías no puedan hacer presencia o actuar sin la compañía de la comunidad. Así las cosas la impunidad continúa, claro que estamos verificando si los negocios que se están abriendo son manejados legalmente, pues hasta el momento una tienda está cerrando a la una o dos de la mañana, por lo tanto se buscará el permiso por parte de la entidad competente para una pronta solución a este tema”, concluyó Wilson Chía.

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