Encuentro oportuno hablar de cultura en momentos de incultura

Hago referencia a un par de situaciones presentada estos días en el municipio de Soacha. El análisis que va a hacerse está sustentado en forma directa de, cómo estamos viendo a Soacha culturalmente, porque en ocasiones no nos importa realmente el significado de nuestro municipio, pero si hay quejas constantes alrededor de estos asuntos.


Pues bien, esta semana se publicó un video en el que un habitante del municipio recorre la calle 13, y en su recorrido describe de manera puntual, cómo algunos comerciantes de este particular sector, botan los desechos a la calle. Causa indignación que las personas tengan este comportamiento con los espacios que se suponen utilizan a diario. Dentro de la descripción se hace un énfasis de los desechos orgánicos que fueron arrojados por un asadero cercano, que sin medir algún tipo de impacto negativo, desechan las sobras del pollo asado a las calles. “Falta de cultura” señala el habitante mientras muestra la cantidad de basura que hay en la calle 13 de Soacha.

¿Falta de Cultura?

Analicemos la siguiente situación, que, contraria a la carencia de conciencia de los que afectan las calles, esta vez se hace con el fin de identificar y reconocer a Suacha y sus suachunos de una manera positiva.

Ocurrió un domingo reciente, día en el que el profesor Julio Guasca, reconocido por sus investigaciones sobre la Historia de Suacha, desde el colectivo Suacha, Memoria, Identidad y Territorio, decide convocar a la comunidad a un recorrido por El Charquito y del Alto de la Cruz, con el fin de mostrar la belleza cultural e histórica de esta vereda. El profesor a través de su conocimiento, expuso de manera elocuente a quienes decidieron ir, el significado de la Hidroeléctrica del Charquito, famosa por encender el primer bombillo en Bogotá, además hizo un recorrido en el tiempo para elevar la imaginación y ver el Tren de la Sabana cruzando por el Charquito y arribando a su Estación, la cual permanece en pie. Y este solo era el inicio de aquel recorrido que terminaría en las cuevas en las que alguna vez fue descubierto los restos del hombre Tequendama, uno de los restos con más data descubiertos en Colombia, por el Geólogo Thomas Van Der Hammen. Ni hablar del recorrido hasta aquel hermoso lugar, donde el profesor Julio iba describiendo uno a uno los pictogramas que allí permanecen como leyenda viva de nuestros ancestros.

Dentro del recorrido, llama mucho la atención, como personas recogían la basura que en algún momento alguien había arrojado y que de alguna manera habían afectado al sitio, lo hacían por iniciativa propia, y de manera admirable. “Muy cultos” dijo uno de los asistentes al recorrido, mientras felicitaba al profesor por su valiosa exposición del Charquito y del Alto de la Cruz.

¿Abundancia de Cultura?

Las respuestas a estos interrogantes y determinar la falta o abundancia de este necesario principio, las tiene que estar haciendo la Dirección de “Cultura” del Municipio, y ajustar sus políticas en una línea que canalice las oportunidades para resignificar el territorio, para orientar a los habitantes y mostrarles que Suacha puede ser más hermosa de lo que imaginamos si la Cultura se apodera (de manera positiva) de las personas y no de los postes de luz.

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