Estatuas de San Agustín celebran centenario en Bogotá

Posted on 1 de diciembre de 2013 by Periodismo Público

Más de 600 personas asistieron al acto simbólico que el ICANH y Ministerio de Cultura realizaron en el Museo Nacional de Colombia en conmemoración del centenario de las investigaciones científicas y antropológicas de San Agustín. La exposición estará abierta hasta febrero para el público general.

El Silencio de los Ídolos, representó precisamente los obstáculos que varias entidades afrontaron en pro de exteriorizar la cultura agustiniana; sin embargo y aunque en el Museo Nacional no se presentaron las 20 estatuas acordadas, si se cumplió con el objetivo principal del evento: Mostrar a Colombia y al mundo la magia y lo enigmática que es la Cultura Agustiniana.

Al caer la noche, la sala acondicionada para exponer El Silencio de los Ídolos, abrió sus puertas para que propios y extraños vivieran una experiencia sensorial a través de música, el sonido y la tecnología de punta que se utilizó para que se evocará lo majestuoso que es el Parque Arqueológico de San Agustín.

María Victoria de Robayo, directora Museo Nacional de Colombia expresó tener sentimientos encontrados por el evento. Por un lado, expresó su satisfacción porque sin improvisar ningún detalle se logró acondicionar una sala especial para que los ilustres visitantes del primer día de exposición se impregnarán de lo maravilloso y fascinante que es la Cultura Agustiniana y sus misterios que encierra; por otro lado llamó a la sensatez e indicó que se debe debatir en buenos términos sobre qué es el patrimonio histórico y cultural de una región y quiénes tienen derecho sobre él.

En igual sentido se expresó Fabián Sanabria, director del ICANH, quien pese a los inconvenientes presentados para el normal desarrollo manifestó que ojalá se recapacite sobre la oportunidad que perdió San Agustín de exteriorizar al mundo entero lo que es la Cultura Agustiniana.

Aun así, quienes asistieron al primer día de la exposición El Silencio de los Ídolos, salieron maravillados y con el firme propósito de abanderar la causa: Todos por San Agustín.