¡Fuera minería de Soacha!

Posted on 7 de agosto de 2014 by Periodismo Público

Ese es el grito de batalla que jóvenes, campesinos y líderes sociales del municipio efectuaron en protesta por la explotación minera que la multinacional canadiense Trenaco realiza indiscriminadamente en la mina Caracolí de la vereda San Jorge, en donde entidades como la CAR se han hecho “los de la vista gorda” frente a esta situación.

En vista de la grave situación ambiental que está ocasionando la multinacional canadiense Trenaco en Soacha, líderes sociales del municipio convocaron a un plantón al frente de la sede regional de la CAR para protestar pacíficamente por la negligencia de esta entidad para hacer un control ambiental efectivo e incluso permitir nuevamente la apertura de la mina Caracolí, aún cuando esta había sido clausurada debido al peligro que representa la explotación minera en zonas de páramo, tal y como lo denuncian los campesinos de la vereda San Jorge.

Jóvenes y campesinos se hicieron presentes al frente de las instalaciones de la CAR en Soacha, en donde con arengas, tambores y cánticos, trataron de llamar la atención de la población urbana del municipio, para que se enterara del daño que esta multinacional está ocasionado a bienes preciados como el agua, los cultivos y el páramo que cubre el verde paisaje no solamente de la vereda San Jorge, sino de veredas aledañas como Fusungá y Romeral, entre otras.

“Llevamos un proceso de acompañamiento a los campesinos de la vereda San Jorge en cuanto al rechazo que hay por la presencia de la mina Caracolí, porque además de que va a traer efectos negativos sobre el medio ambiente y el ecosistema, va a desplazar a cerca de 80 familias afectando los cultivos de papa, fresa y arveja que se producen allí, además de dañar las fuentes hídricas de la región”, señaló Karen Sereno, integrante de la Red Juvenil de Soacha y del Movimiento Ambiental Caminando el Territorio.

Líderes sociales también se pronunciaron sobre la protesta, tal es el caso de Olga Landínez, edil del Corregimiento número uno, quien manifestó que se han hecho grandes sacrificios para poder luchar contra la maquinaria de Trenaco y la inoperancia de la CAR, sin embargo, los resultados de esta lucha se han visto reflejados con el apoyo y acompañamiento de diversos grupos juveniles, entre ellos algunos provenientes de otras regiones del departamento como Fusa, Arbeláez y Sumapaz.

“Antier subió el subdirector a la vereda y al comienzo tuvo una actitud imponente, pero al ir al terreno, yo me imagino que el hombre quedó aterrado del desastre tan grande que han hecho estos señores de Trenaco en menos de un mes. El compromiso es que se levanta el paro campesino si ellos paran la explotación minera, se firmó un acta y hasta que la CAR y el Ministerio de Minas no nos den soluciones, no dejamos ingresar a Trenaco a trabajar”, explicó la líder.

Y por supuesto los campesinos, quienes son los directos perjudicados por la actividad minera en el corregimiento uno, declararon su intención de seguir presionando para que se retire a esta compañía del territorio natural, agradeciendo además el apoyo de la comunidad del área urbana que hizo presencia también en la marcha que se llevó a cabo hasta el parque municipal.

“La minería en una zona de reserva forestal nos va a acabar con el agua, se nos van a dañar los cultivos, por eso hacemos un llamado al alcalde y a los señores de la CAR, que otorgan licencias sabiendo que son zonas verdes llenas de vegetación, entonces eso es lo que no queremos. Toda la comunidad está haciendo oposición y exigimos que nos respeten”, declaró John Jairo Bello, representante de los campesinos de la vereda San Jorge.

De esta manera, la inconformidad no es solo de los habitantes de la región, sino de personas del común que ya empiezan a notar como los estragos de la minería hacen mella en Soacha, destruyendo el ecosistema y dejando desolación en donde pasa, sin que entidades como la CAR, responsables de velar por la protección a las reservas ecológicas, se interesen por la situación y mucho menos se responsabilicen frente a ella, dejando huérfanos a los campesinos, quienes en teoría “no poseen los conocimientos técnicos” sobre la destinación y uso del suelo en San Jorge.