La apuesta de los sibateños para revivir el Muña
Aquel inmenso lago en el que se observaban veleros navegando, competencias deportivas, peces y cientos de personas disfrutando su paisaje, pasó a ser uno de los sitios más contaminados del país y lugar de referencia por el fétido olor de sus aguas. Es el embalse del Muña, el mismo que hoy se quiere recuperar gracias a la construcción de la PTAR Canoas en Soacha.
Es fácil para cualquier sibateño mayor de 50 años recordar cómo era el embalse. El mismo que tenía agua limpia, especies vivas en sus aguas y sitio preferido para visitar los fines de semana por cientos de familias de Soacha, Sibaté y otras partes del departamento y el país.
Pero debido a la contaminación del río Bogotá, hoy el panorama es otro. El agua es oscura, producto de la alta carga química, y el olor hace que quien cruce por su lado, anhele hacerlo rápido. Sin embargo, en unos años, y si los trabajos de descontaminación del principal afluente del centro del país se cumplen, como lo ordenó el Consejo de Estado en el 2014, el Muña volverá a vivir.
La comunidad de Sibaté lo anhela y las mismas autoridades hablan del tema. El alcalde del municipio, Luis Roberto González, recordó que a mediados del siglo pasado, gran parte de la economía del municipio dependía de la actividad náutica. “Hoy, un 70 por ciento del territorio es zona rural y por ello se vive de la agricultura. También, otro gran escalón de la economía lo aportan las empresas que se asentaron en la zona industrial de Chusacá”, explicó.
El Muña fue creado a mediados del siglo XX para proveer energía a la parte central del país. Entonces se convirtió en un espacio de recreación y de socialización de la Sabana de Bogotá.
“Eso pasaba cuando la ciudad no era tan grande, ni los municipios que rodean habían crecido de la manera en que crecieron. Luego, el arrojo de desechos al río Bogotá y la falta de tratamiento de esos residuos líquidos y sólidos, llevó a que la carga contaminante terminara llegando al Muña, y que se convirtiera en lo que es hoy”, señaló mandatario.
Pero la vida en el Muña no está perdida gracias a varias acciones judiciales de las últimas décadas que le dan un respiro a este embalse.
En 2014, el Consejo de Estado le ordenó a más de 40 entidades municipales, distritales y nacionales emprender acciones contundentes para descontaminar la cuenca del río Bogotá, cuyas aguas afectaron al Muña.
Debido a lo anterior, se está haciendo la segunda parte de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Salitre y se dio vía libre para construir la PTAR Canoas en el municipio de Soacha, cuya meta es terminarla en el año 2022. Si los tiempos se cumplen, el Muña volvería a recibir agua limpia un año más tarde.
Autoridades y habitantes de Sibaté esperan que los tiempos se cumplan y que las nuevas generaciones revivan el pasado, por eso, el primer mandatario del municipio dijo que espera que después del año 2022, cuando entre a operar en pleno la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Salitre, y la PTAR Canoas –que tratará el 80 por ciento de las aguas residuales vertidas por Bogotá–, el embalse vuelva a ser lo que un día fue, no sólo para Sibaté, sino para Soacha y el centro del país.
Apoyo: eltiempo.com
Siga a Periodismo Público en Google News. Suscríbase a nuestro canal de Whatsapp